domingo, 22 de diciembre de 2013

FALSA FIDEUÁ DE ORZO.

En los días (Un mes entero) que hemos pasado en Inglaterra, he tenido oportunidad de conocer una pasta que no había visto nunca y de la que ni había oído hablar: El orzo (del latín, "cebada").
Se trata de unos granos de pasta de trigo duro de un tamaño algo superior a los de arroz y que se emplea generalmente en sopas.
Allí, en Inglaterra, lo empleé para hacer una paella y aquí, para una falsa fideuá. Tan falsa que no se parece en nada o casi nada.
Corté en daditos un pedazo de jamón y un diente de ajo en láminas.
En una sartén plana (paella) eché un buen chorro de aceite en el que doré los ajitos y los taquitos de jamón.  A continuación, eché una taza y media de orzo y le dí unas vueltas para que se tostara un poco. Aparte tenía al fuego un brik de caldo de jamón que le vertí por encima, le puse unas hebras de azafrán y lo dejé hervir durante 8 minutos, el tiempo de cocción aconsejado por el fabricante.
Lo aparté del fuego y lo dejé reposar unos minutos, que dieron tiempo para que la pasta absorviese casi todo el caldo.
Lo serví haciendo unos moldes con el aro de emplatar.
Le puse una cucharadita de alioli por encima.
Para la próxima, unas gambitas y fumé de pescado. Vas a ver.

LOTERÍA 2013

Para no faltar a nuestra inveterada costumbre, este año ha vuelto a no tocarnos la lotería.
Bueeeeeno, he pillao el reintegro de Contando los sesenta, y algo es algo.
Nos lo gastamos en champán. ¿Vale?

lunes, 2 de diciembre de 2013

POSTALES DE INGLATERRA: LA TORRE DE BROADWAY.

Hace por ahora dos años que visitamos Broadway por primera vez. Ahora volvemos con la intención de visitar la torre más singular de Inglaterra: La torre de Broadway o Broadway Tower.
 
En lo alto de una colina, la segunda de mayor altura de los Cotswolds, nada menos que 312 metros sobre el nivel del mar, se alza esta curiosa edificación de planta exagonal con tres torres cilíndricas adosadas en aristas alternas, con amplias ventanas de estilo francés y clara apariencia de castillo medieval.
Capricho de Lady Coventry, que quería saber si esta colina se podría divisar desde su casa en Worcester, a 35 Km. de distancia, encargó el proyecto al arquitecto James Wyatt en 1794. Terminada la construcción 1797, Lady Barbara Coventry pudo comprobar que una hoguera encendida en lo alto de la torre, a 17 m. de altura, era visible desde su casa.
En cambio, desde la terraza de la torre se pueden divisar los paisajes más espectaculares de nada menos que 13 condados ingleses de las Midlands.
La entrada para ver la torre incluye la visita a un refugio nuclear que existe en las proximidades.

viernes, 29 de noviembre de 2013

POSTALES DESDE INGLATERRA: DROITWICH SPA.

Droitwich Spa perteneciente al distrito de Wychavones, es conocida como la ciudad de la sal. La raiz “wich” o “wych”, quiere decir “sal” y todos los sitios que os encontréis por Inglaterra que empiecen o terminen en “wich” es porque de alguna forma están relacionados con ella.
Tiene una rica historia en la producción de sal desde tiempos prehistóricos sobre todo en el período romano, en el que Droitwich era conocido como “Salinae” y en la época victoriana llegó a haber balnearios.
La sal era extraída de pozos y manantiales de salmuera que abunda en el subsuelo. La salmuera es tan salada, que su densidad es comparable a la del Mar Muerto.
Debido a la extracción de salmuera muchos de los edificios antiguos están inclinados.
Se encuentra a unas 6 millas al norte de Worcester y cuenta con mercados, festivales y eventos especiales durante todo el año. En los meses de verano hay conciertos al aire libre y un festival de la sal en Septiembre.
Recientemente se han restaurado los canales y las exclusas y forma parte del canal Birmingham-Worcester lo que ha abierto puertas nuevas al turismo.

jueves, 21 de noviembre de 2013

LOTERÍA 2013.

Llegó la hora de la lotería.
Este año procede de la administración Nº 3 de Puerto del Rosario, en la isla de Fuerteventura, provincia de Las Palmas. Si a ello añadimos que el número, elgido al azar, es el 74951, tenemos muchas posibilidades de llevarnos un buen pellizco

El procedimiento es el de siempre cambio dos euros de mi número por otros tantos del vuestro.
Para ello escribís un comentario diciendo qué número es el que compartís conmigo.
Como de costumbre, Víctor Casco ya me ha pedido su participación.
Acepto las ocho primeras peticiones. Suerte.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

GASTRONÓMADAS EN CÁCERES.

Dice mi amigo David "El Monagillo" -por aquello de oficiante de los fogones- que una ardilla puede cruzarse toda la Península Ibérica saltando de acontecimento gastronómico en acontecimiento gastronómico.
El pasado día 9 nos ha tocado. El grupo "Gastronómadas" ha celebrado su IX edición y la ciudad elegida ha sido Cáceres.
El colectivo "Gastronómadas" está formado por blogueros cocineros enamorados de la buena mesa que gustan de probar qué se cuece en las cocinas de toda España, aunque no dudan en confesar que lo que persiguen -perseguimos- es dar un abrazo a los compañeros que se conocen a través de la red. "Desvirtualizarse", que se dice ahora.
Y aquí estamos 30 blogueros procedentes de todos los rincones dispuestos a cumplir los objetivos. Desde Galicia a Cataluña, desde Madrid a Las Canarias o Levante y, por supuesto, pacenses, garrovillanos y cacereños convocados por Rafa Prades.
Empezaron a llegar los participantes a media tarde del viernes y a primera hora de la noche eran convocados en la Plaza Mayor para la cena de bienvenidaen la tapería “Laminerva”.
Empezó el sábado con la recepción de los participantes y una exhibición de cocina extremeña (setas y caza) por parte del chef Francisco Refolio. Un "carpaccio" de amanita cesárea, ensalada de solomillo de jabalí, níscalos con trigueros, perdiz dos guisos (moda de Alcántara y con chocolate), y un postre de helado de Torta del Casar.
Seguimos con la presentación, cata y degustación de la cerveza artesanal "Sevebrau", genuinamente extremeña.
A continuación, la parte importante de la reunión: La comida en el restaurante "Corregidor" con un menú de lujo.
Una visita guiada a la parte antigua con versión dramatizada de la Historia -¡qué frío pasamos...!- para ayudar a la digestión, que todavía nos quedaba la cena.
Hicimos una vista a "Bouquet" donde fuimos recibidos por Raúl Olmedo, oficiante del lugar.
Y aquí mi triste despedida, que algunos todavía tuvieron humor y se quedaron tomando unos gin-tonics.
El Ateneo de Cáceres obsequió a cada uno de los asistentes con un lote de libros de sus publicaciones. Alimento espiritual, que no solo de pan...

lunes, 18 de noviembre de 2013

CARRILLERAS DE IBÉRICO.

Hace apenas unos años, nadie había oído, ni por asomo, hablar de semejante pieza -o corte de carne, como se lo denomina ahora-. No obstante en el medio rural estaba presente, y sin abusar, en las mesas más humildes. Son el músculo que mueve las mandíbulas de los animales (músculo masetero) y las que solemos consumir habitualmente son las del cerdo y la ternera. Su constitución gelatinosa le proporciona una textura suave y un delicado sabor que, unidos a su bajo contenido en grasa, las hace muy apreciadas en gastronomía.
La primera vez que las comí fue en el festival gastronómico "A cozinha dos ganhoes" de Estremoz, donde las sirvieron sin separar del hueso maxilar, y quien las había pedido las rechazó inmediatamente. Decidí cambiárselas por mis "pezinhos de coentrada" y puedo jurar que nunca me arrepentí del trueque.
Con la misma presentación me las sirvieron en un restaurante de carretera en las proximidades de Cáceres algún tiempo después y quedé encantado. 
Hoy las encontramos en las cartas de todos los restaurantes y taperías del reino.
El guiso habitual es el estofado. Como norma de carácter general, requiere cocción muy lenta y prolongada.
Necesitamos:
8 carrilleras de cerdo ibérico.
1 cebolla hermosa.
2 dientes de ajo.
2 vaso de vino oloroso.
1/2 vaso de caldo de ave.
1 chorro de aceite de oliva. (Los atrevidos usan manteca de cerdo).
1 hoja de laurel, sal.
Limpiar las carrilleras de pieles, nervios y grasa.
En una cazuela, calentar el aceite (o la manteca) y marcar las carrilleras, dorar ligeramente. Retirar del fuego y reservar.
Cortar la cebolla lo más fina posible y rehogar en la grasa sobrante, junto a los ajos hasta que esté transparente.
Regar con el vino y esperar a que se evapore el alcohol. Añadir el caldo de ave, la hoja de laurel y cocinar a fuego lento durante unos minutos.
Agregar las carrilleras junto a los jugos que habrán soltado. Este es el momento de poner la sal. Mover la cazuela y dejar que se cocinen a fuego muy lento hasta que estén tiernas (alrededor de 45 minutos). Vigilar el guiso y añadir un chorrito de agua si fuese preciso.
Comprobar que estén tiernas, rectificar de sal.
A mí me gustan con la salsa tal cual, aunque lo habitual es pasarla por el chino o por la batidora.
Se sirven acompañadas de patatas (fritas, paja, asadas, panadera...)

¡Buen provecho!

lunes, 11 de noviembre de 2013

FRITE DE PATATAS.

Desde la pasada semana colaboro con el periódoco "Digital Extremadura". Aquí va mi primer artículo tal y como fue publicado:

Permítanme que me presente, pues voy a ser quien se ocupe de esta sección a partir de hoy.
Me llamo Valentín Domínguez y soy conocido en el mundillo de la red como Valdomicer por mi actividad, tanto en el blog como en las redes sociales.
Me defino a mí mismo como "Viceama de casa con competencias plenas en materia de avituallamiento y manutención". Dicho de otra forma, la compra y la cocina son tareas mías.
Hace ya medio siglo, mes arriba, mes abajo que empecé en estas tareas ayudando a mi abuela a pelar patatas, picar un tomate o majar los ajos en un mortero. No era, ni mucho menos, su intención enseñarme nada. Es más, en aquellos tiempos se amenazaba con severas mutilaciones a aquellos varones que realizaban cualesquiera de las tareas domésticas adjudicadas secularmente a las mujeres.
En cualquier caso, más de cincuenta años de ejercicio alquímico en la rebotica de los fogones o de oficiante en el templo de los sabores, creo, me otorgan suficiente autoridad para hacerme cargo de esta sección. O, en todo caso, nadie me puede negar la experiencia necesaria para irlo contando.
Las recetas que vaya publicando serán de verdad, las he hecho en mi cocina, las he fotografiado y las hemos degustado mi familia y yo.
Pocas serán originales, la mayoría proceden del “boca a boca”, del "Y tú ¿cómo lo haces?", otras del viejo recetario de la bisabuela -una colección de hojas sueltas, amarilleadas por el tiempo, casi ilegibles-. Muchas de ellas, calculo, con más de un siglo de antigüedad, redactadas en imperativo (cójase, tómese, córtese...) y las cantidades en medidas ya en desuso (libras, onzas, cuartillos....) o con ingredientes de los que no tengo ninguna referencia, ni encuentro en los diccionarios, ni nadie ha oído nunca hablar de ellos y que ha habido que adaptar.
Propongo, por tanto, una cocina sencilla, con ingredientes asequibles y de fácil elaboración, sin perjuicio de los menús de los días de campanas gordas más elaborados y complejos.
Vaya mi primera receta, sacada directamente del recetario de la bisabuela y que es uno de los platos más sencillos y baratos que se pueden elaborar.

Frite de patatas.
Necesitamos:
2 Kg. de patatas.
1 pimiento rojo.
2 ñoras o pimientos choriceros. (Se pueden sustituir por dos cucharadas de pimentón).
2 dientes de ajo.
1 hoja de laurel.
1 guindilla.
Aceite de oliva, agua (o caldo de verduras), azafrán, sal.
Pelar las patatas y cortar en rodajas de 3-4 milímetros de grosor. Cortar los pimientos en trozos de 1 cm. Poner las ñoras en remojo y extraer la pulpa con una cuchara.
En una cazuela, poner un chorro de aceite. Cuando esté en su punto, echar los pimientos y cocinar hasta que estén tiernos, sin dejarlos dorar. Añadir las patatas y dar unas vueltas.Echar la carne de las ñoras. Cubrir el guiso con el agua (o caldo), agregar la hoja de laurel y el azafrán.
Dejar cocer a fuego suave, meciendo la cazuela de cuando en cuando para que espese el caldo. Alrededor de diez minutos han de ser suficientes.

Majar los ajos con un puñadito de sal y con la guindilla y agregar en el último momento. Probar y rectificar de sal (y de picante). Servir.

martes, 15 de octubre de 2013

SEPIA RELLENA.

Creo que a todo el mundo le gustan los cefalópodos.
Bueno, a todo el mundo, no. Me apena ver a los ingleses (entre otros) apartando los aros de calamar de las paellas playeras.
Pero en mi casa, gustan. Calamares, chocos, pulpo, chipirones, potas...
En mi casa y en muchas más -supongo- porque una de las tapas habituales en los bares de por aquí, son las "patitas (rejos) de calamar".
Y, cuando algo gusta, hay que darle variedad al guiso para no aburrir al personal. Así que, buscando por ahí, encontré esta receta. Que ellos digan si les gustó o no.
Ingredientes:
4 Sepias de 200 - 250 grs.
300 grs. de Langostinos.
100 grs. de jamón
1 Cebolla.
4 dientes de Ajo
1 Vaso de vino blanco (oloroso).
Pan rallado.
Una cañita de perejil.
Aceite de Oliva, sal
Picar la cebolla y el ajo.
Separar los tentáculos y picarlos junto al jamón y  los langostinos pelados.
En una sartén, poner el aceite y cuando esté caliente rehogar la cebolla y el ajo  hasta que estén transparente. Agregar el vino y cocinar hasta que se evapore el alcohol. Añadir el jamón, tentáculos y langostinos y seguir cocinando unos cinco minutos.
Mezclar el pan rallado con un diente de ajo y el perejil muy picados. Verter sobre la sartén   y mezclar bien.
Salar las sepias y rellenarlas con la farsa. Precalentar el horno a 180ºC y meter las sepias durante media hora aproximadamente.
Cuando estén hechas, dar un toque de grill para dorar por encima.
Acompañar de un alioli o mahonesa.

lunes, 30 de septiembre de 2013

PATATAS CON COSTILLA.

Parece que ha llegado el otoño. Al menos han cedido los calores (30 grados a últimos de Septiembre es una exageración) y han venido las primeras lluvias.
Frío, no hace; pero va apeteciendo un plato calentito para confortar el estómago. Raro es que ese primer plato del otoño no sean unas patatas con costilla (las costillas con patatas son otra cosa ¿eh?) y si la costilla es de cerdo ibérico, mejor.
Es plato único por lo que las cantidades han de ser generosas. Una ensalada como complemento y ya está.
Para su elaboración, volvemos a tirar del recetario de la bisabuela, que para los platos tradicionales viene a ser lo más apropiado.
Necesitamos:
3/4 Kg. de costilla (de cerdo ibérico a ser posible).
1 1/2 Kg. de patatas (de esas terrosillas que sueltan más fécula).
1/2 cebolla.
2 dientes de ajo.
Un pimiento rojo.
1 Ñora. (en su defecto una cucharadita de pimentón).
2 tomates.
Un vaso de vino blanco. (Un pitarra va de miedo).
Caldo de pollo o de verduras en cantidad que sea necesaria.
Unas hebras de azafrán, aceite, laurel, sal.
Una o dos guindillas de cayena. (Si gusta picante).
Le pido al carnicero que corte las costillas en tiras de unos 4 dedos de ancho y luego hago yo los trozos en casa.
Pongo el aceite en una cacerola y salteo los pedazos de costilla en él, por tandas, hasta que cambian de color. Los voy sacando y reservando en una fuente.
En la grasa restante voy echando la cebolla, el ajo y el pimiento. Cuando están blanditos pongo la carne de la ñora -que he puesto previamente en agua caliente-, el azafrán, el laurel y el tomate sin piel ni pepitas.
Le añado el vino, dejo evaporar el alcohol y añado inmediatamente después las costillas con su juguito, cubro con el caldo y dejo cocer hasta que se retraiga la carne y se vean las puntas del hueso, añadiendo caldo si fuera necesario. Como 45 minutos a una hora.
Corto las patatas en pedazos grandecitos (al gusto de cada cual) y las agrego al guiso. Este es el momento de echar la sal.
Dejo hacer a fuego lento hasta que esté al gusto, meneando la cacerola de vez en cuando para que "engorde" el caldo.
Vigilo el guiso para que no le falte líquido, que si se pega, se arruina el condumio.

domingo, 29 de septiembre de 2013

BURGOS: CAPITAL ESPAÑOLA DE LA GASTRONOMÍA 2013

La Federación Española de Hostelería junto a la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo, han puesto en marcha, con la intención de promover la gastronomía española como uno de los principales atractivos para el turismo, el título de "Capital española de la Gastronomía".
Este año el honor le ha correspondido a Burgos, el pasado 2012 fué Logroño y ya se perfila Córdoba como sede para el año que viene.
Los días pasados hemos podido disfrutar de la hospitalidad y encanto burgaleses, de sus lugares más emblemáticos, sus monumento y, por supuesto, de su gastronomía.
Por lo que hemos podido comprobar a lo largo de los cinco días que hemos estado allí, Burgos se ha empleado a fondo en el empeño, y lo ha hecho con tanto acierto que están notando una afluencia extraordinaria de turismo.
Y es que el turismo gastronómico está de moda.
Ya no bastan las playas o las piedras, el turista ahora acude buscando la buena mesa y los buenos caldos. Una cuidada cocina y unos precios asequibles hacen el resto.
Burgos, ya digo, se ha volcado. Una aplicación para teléfonos móviles informa de todos los datos de interés: Bares, restaurantes, menús, tapas... hasta la cartelera cinematográfica y otros detalles, como la distancia a la que se encuentra el establecimiento que consultas.
Cada local tiene una "tapa estrella", suya y solo suya y una carta más o menos abundante. Otros mantienen sus especialidades de siempre y la morcilla de Burgos está presente en todos ellos.
La tradicional olla podrida, los platos de caza (perdiz, codorniz, pichón..), los asados en el horno de leña (el lechazo, el cabrito, el lechón), los escabeches, las alubias rojas de Ibeas... Todo un mundo, en fin, de sabores regados casi siempre por los vinos de la Ribera del Duero. 
Burgos siempre merece una visita y esta puede ser una buena oportunidad de hacerla. En todo caso, si pasáis por allí cerca, no os importe hacer un alto. No lo vais a lamentar.

martes, 17 de septiembre de 2013

TARTAR DE TOMATE.

Ha sido el plato estrella de este verano en mi casa, sobre todo para las cenas.
Lo llamo tartar porque llamar a esta delicia "ensalá de tomate" es hacerle desprecio y no se lo merece. Es tartar porque su principal ingrediente está crudo y va cortado en trocitos. Pero si queréis llamarlo "ensalá", allá cada cual.
Su nombre completo es: "Tartar de tomates y aguacate con jamón ibérico al aceite de albahaca".
Necesitamos:
4 tomates bien firmes y maduros.
2 aguacates.
150 gr. de jamón o paleta ibéricos.
Una caña de albahaca.
Un buen chorro de aceite de oliva.
Un pellizco de sal.
En un bol ponemos el jamón cortado en daditos.
Pelamos y despepitamos los tomates y los cortamos también en daditos menudos y los añadimos al bol, este es el momento de poner la sal y remover. Alguna vez le he puesto, también, una nube de orégano en sustitución de la albahaca.
Pelamos el aguacate y lo cortamos, como no, en dados y los añadimos al bol y mezclamos bien.
Podemos preparar un aceite de albahaca echando unas hojas en un recipiente con aceite y triturando con la batidora.
Aliñamos con el aceite y servimos enseguida.

domingo, 8 de septiembre de 2013

ALBÓNDIGAS DE SEPIA Y GAMBAS.

Nunca me había atrevido a hacer las albóndigas de pescado porque en todas las recetas que conocía se elaboraban hervidas y no fritas y, la verdad, no me resultaban apetitosas.
Hasta que hace ya algún tiempo, en Sevilla, tapeando con nuestros hijos y nuestros consuegros, en algún sitio nos pusieron unas albóndigas de sepia que estaban francamente buenas. Muy buenas, diría yo. Tanto que repetimos: "¿Quieres más?" -me dijo con sorna mi consuegro-.
Allí mismo me dio la receta mi consuegra y tal como me la dio, la hice.
De esto hace ya un tiempo y la foto ha estado por ahí medio perdida esperando el momento de su publicación que parecía no encontrar nunca el momento oportuno.
Hasta que hace unos días me las encontré en el blog de mi amiga Tita y decidí prepararlas para la comida familiar del sábado. Once en la mesa. me salieron 34 piezas y no quedó ninguna para la foto. Así que he tenido que recurrir al archivo antiguo hasta encontrar la fotografía que hice a las primeras y que nunca vio la luz.
Necesitamos:
500 gr. de sepia ya limpia.
200 gr. de gambas peladas.
2 rebanadas de pan de molde sin corteza.
1 vasito de leche.
1 diente de ajo picado.
1 caña de perejil picado.
1 huevo.
1 golpe de pimienta recién molida.
Harina de freir.
Un pellizco de sal.
aceite para freír.
Para la salsa:
1/2 cebolla.
1 diente de ajo.
1 vasito de vino blanco (oloroso).
1/2 l. de caldo de pescado (O de haber cocido las cabezas de las gambas).
Unas hebras de azafrán.
sal.
En un bol poner el pan empapado en la cantidad suficiente de leche para que no escurra. Añadir un poco de sal, el ajo y el perejil picados y un toque de pimienta.
Aplastar todo con un tenedor hasta obtener una pasta. Agregar el huevo (dos si fuera necesario) y mezclar.
Cortar la sepia y las gambas en trocitos pequeños y añadirlas al bol. Mezclar bien hasta que tengamos una masa con la textura apropiada para hacer las albóndigas. Si queda demasiado líquido, se le puede poner un poco de pan rallado, si, por el contrario, quedase demasiado seco, un poco más de leche.
Dejar reposas la masa una media hora y pasar a elaborar las albóndigas poniendo en las manos una pequeña cantidad de masa adecuada al tamaño que queramos darle. Pasarlas por harina de freir y hacerlas en la sartén en tandas. Se van colocando en la cacerola en la que vayamos a guisarlas.
Una vez concluida la fritura, verter el exceso de aceite, dejando en la sartén una mínima cantidad suficiente para dorar la cebolla y el ajo. Cuando esté transparente, "apagar" con el vino dejando evaporar el alcohol antes de agregar el caldo. Poner la sal y el azafrán, dejar hevir un momento y verter sobre las albóndigas.
Cocinar 12 a 14 min. Las albóndigas van a absorber buena parte del caldo y el que quede va a estar bastante espesito.
Este plato hay que comerlo inmediatamente y no está bueno de un día para otro.

viernes, 16 de agosto de 2013

GAMBÓN A LA PLANCHA.

¡Venga! Una tapa rápida para acompañar una copita de fino o de manzanilla.
Ahí va.
6 gambones ya pelados.
Una nuez de mantequilla.
Un toque de pimentón
Un toque de "cinco pimientas".
Unas escamas de sal Maldon. (En la foto, de las marinhas de Rio Maior).
Ensartar los gambones en brochetas.
En una sartén, derretir una nuez de mantequilla y cocinar los gambones, primero de un lado y luego del otro. (Perogrulolo dixit)
Poquito hechos, por favor.
Espolvorear con las pimientas y el pimentón.
Comer inmediatamente, que esto, frío, no está bueno.

sábado, 10 de agosto de 2013

PAPAS ALIÑÁS.

A veces la comida más simple es la más agradecida.
Acostumbro a recibir a los ingleses en su visita estival con este platillo, que les encanta.
Es habitual encontrarlo por toda Andalucía como tapa en los bares, o como entrante en cualquier menú. Lo hay desde el más sencillo, simplemente las patatas hervidas aliñadas con aceite, vinagre y sal y aderezadas con un puñado de perejil picado por encima, hasta los más elaborados, que incluye tomate, huevo duro, pimientos, bonito ¡Y hasta gambas!.
Yo lo hago tal y como se lo veía hacer a mi madre.
Utilizo patatas pequeñas, del tamaño aproximado de un huevo o poco más grandes, que cuezo con su piel en agua con sal durante diez o doce minutos.
Dejo templar y pelo las patatas, las corto en rodajas gorditas. (Lo normal es darle dos cortes para hacer tres pedazos).
Les añado unas tiras de pimiento verde, un puñado de aceitunas, una lata de ventresca de bonito (En esta ocasión era melva lo que le puse) y unos aros de cebolla.
El aliño hay que hacerlo en caliente. Yo solamente le pongo aceite porque la sal ya la llevaba el agua de la cocción y el vinagre le sobra.
La dejo reposar en la nevera al menos una hora antes de servir.
Y ya sabéis, un poco de perejil picado por encima y nada más.

miércoles, 24 de julio de 2013

GARBANZOS VERDES.

Picado por la curiosidad, esta primavera aparté de los garbanzos remojados para un cocido un puñadito y los sembré con la intención de hacer un experimento: Ver qué pasa si en vez de garbanzos secos, el guiso se hace con los garbanzos todavía verdes.
Salieron seis u ocho plantones y a mediados de Junio recogí la cosecha. Medio kilo escaso de garbanzos verdes.
Lo primero, extraer las semillas de sus vainas. Arduo trabajo donde los haya, las vainas son tan duras que hacen daño en los dedos y hay que abrirlas del todo porque si no, no sale el grano. No me extraña que no se encuentren garbanzos verdes en el mercado, saldrían a millón el kilo.
No hay que asustarse, comemos las habas, las judías o los guisantes verdes, también las pochas son judías antes del proceso de secado. En cuanto al sabor, me recordaba vagamente al de los pistachos.
¿Cómo guisarlos? Consulté en Internet y solamente encontré tres referencias por lo que me hice mis propias reflexiones: Si son garbanzos, cabe el cocido y por verdes, los mismos guisos que para las habas o los guisantes. Así que preparé una especie de cocido con unos cuantos y con el resto un salteado con chorizo y panceta.
Tuve que cocerlos por espacio de una hora para que estuviesen tiernos y aún así habrían resistido un poco más de cocción.
Preparé un cocidito normal, de tres vuelcos, con un pedazo de carne de ternera, otro de panceta, un hilo de chorizo y un hueso de jamón. Una hora de cocción para el caldo y otra hora más con los garbanzos.
Lo serví en tres cuencos, uno con el caldo, otro con unos garbanzos y las carnes (la pringá que diría mi abuela) en el tercero.
No tiene nada de especial, lo reconozco, solamente la originalidad y vistosidad de los garbanzos verdes.
Para el año que viene, sembraré algunos más, haré más pruebas y congelaré algunos. Para el invierno.

miércoles, 12 de junio de 2013

POLLO DE VERANO.

La semana pasada hablábamos en la radio de los platos fríos. Los que se van apeteciendo en lo tiempos que llegan.
Recordaba que, cuando mis hijos eran pequeños, preparaba un platillo que me enseñó una compañera de trabajo y que lo llamábamos "pollo de verano", ideal para las cenas rápidas. Se trata de unas pechugas de pollo hervidas en un caldo corto, cortadas en láminas, servidas en frío y acompañadas de una salsa tártara.
Muy sencillo.
Solo  necesitamos unas pechugas de pollo.
Para el caldo corto:
Agua.
Un hueso de jamón.
Un puerro.
Una zanahoria.
Una caña de perejil.
Sal.
Para la salsa tártara:
Mahonesa de bote. (En verano no me arriesgo con la mahonesa casera) o salsonesa.
Una cucharadita de mostaza.
Un toque de salsa Worcester.
Un toque de nata de cocina.
Unos pepinillos en vinagre. (depende del tamaño).
Unas alcaparras.
Unas aceitunas deshuesadas. (Los puristas no me lo perdonarán, lo siento)
La elaboración es tan sencilla como preparar el caldo corto hirviendo durante 15 a 20 minutos el hueso de jamón, el puerro, la zanahoria y la cañita de perejil con un pellizco de sal.
Después se ponen las pechugas que estarán en su punto en diez minutos. Se sacan y se dejan templar.
LLegado este punto, un servidor las guarda en un "tupper" en en frigo hasta que las vaya a consumir.
Cuando llegue ese momento, se cortan en láminas tan finas como sea posible.
Preparamos la salsa tártara mezclando en un bol la mahonesa de bote con la mostaza, la nata y la salsa Worcester. Cortamos los pepinillos, las alcaparras y las aceitunas en pedazos pequeñitos y los incorporamos a la salsa. Mezclamos.
Ahora, cada uno se va sirviendo el pollo y la salsa como le venga en gusto. Lo que no se haya consumido, se guarda para mañana.
P.D.: El caldo se cuela y se guarda para la paella del domingo.

jueves, 6 de junio de 2013

HUEVOS BENEDICTINE.

Ya estamos otra vez preparando las maletas.
La semana pasada, a Madrid que fuimos a dejar a los viajeros en Barajas, que iban a Inglaterra a ver a sus hermanos y la sobrina. Me dicen que la peque se portó como una dama en el avión.
Como el vuelo salía ya tarde, decidimos quedarnos en Madrid a pasar la noche y, de paso, cenar con los amigos. Visitar la exposición de Dalí, la de "Antes del diluvio" y, por supuesto, comer con los amigos.
Mariscada memorable para la cena y comida marroquí llena de aromas y sabores para medio día.
El lunes, de vuelta a Barajas para recoger viajeros y mañana.... mañana a Ciudad Real, que va a ser allí  la siguiente reunión de los Gastronómadas este fin de semana.
Mientras tanto, fiestas, que han sido las ferias y, aunque a nosotros no nos llamen la atención esos eventos, el día festivo (todo cerrado) nos afecta igual.
Lo celebramos en casita con menú especial e invitado de honor: Su Señoría D. Víctor Casco. Esta vez me había insinuado que podía preparar unos "huevos benedictinos", por supuesto, como es costumbre en él, me mandaba por delante la receta, que había encontrado en un libro. Parece ser que este plato era la debilidad de algún papa.
Bueno, pues no son "huevos benedictinos", nada tienen que ver con los monjes de esa orden, ni siquiera "huevos benedictine", como consta en alguna receta, sino "huevos Benedic", el apellido del corredor de bolsa neoyorkino que los pidió para desayunar en el Astoria para despejar la tremenda resaca que sigue a una noche de juerga allá por las postrimerías del S. XIX. Nada más prosaico.
El caso es que están considerados un plato de lujo, carácter que le da, sin duda, el rematar con la que se considera la reina de las salsas: La salsa holandesa.
Los preparé a mi estilo, y la receta que doy es la mía, que poco o nada tiene que ver con la original. Sobre todo porque utilicé trucos, atajos y trampas de viejo cocinero.
La salsa holandesa, por ejemplo. Nada de batir, baño maría... Al microondas, que se hace enseguida y, dicen, no se corta nunca. (La receta aquí).
Los huevos, nada de escalfados en agua con vinagre. Envueltos en papel film y tres minutos en agua hirviendo. (Tentado estuve de hacerlos en el microondas).
El muffin de base lo sustituí por una rebanada de pan de molde recortada con el cortapastas. y, ya puestos, el exquisito bacon, fue sustituído por unos torreznos de panceta ibérica.
Luego los sirves en la vajilla de los domingos y parecen otra cosa.
¡Ah, si! La receta:
Dos huevos por persona.
Panceta ibérica.
Tantas rebanadas de pan de molde como huevos. Cortadas en círculos.
Salsa holandesa.
Unas lonchas de jamón cristalizado.
Preparar la salsa holandesa.
Untar las rebanadas de pan con un poco de mantequilla e introducirlas en el horno suave para que se doren.
Colocar un pedazo de papel film sobre un cuenco, cascar los huevos y colocarlos sobre el papel film. Cerrarlo y sujetar con un trozo de hilo.
Poner el agua a hervir y cuando lo haga, echar los huevos y dejarlos cocer por tres minutos. Debe quedar la yema totalmente líquida y la clara cuajada.
Cortar la panceta en dados y dorarla en una sartén. Sacarla sobre papel absorbente.
Preparar el jamón cristalizado. Sobre un plato llano ponemos un papel de cocina absorbente, encima colocamos las lonchas de jamón, sobre él otra hoja de papel de cocina y terminamos con otro plato. Lo llevamos al microondas a potencia máxima durante un minuto, sacamos e INMEDIATAMENTE quitamos el papel, como lo dejemos enfriar, no habrá manera de separarlo. Debe quedar duro y frágil como un vidrio.
Montar el plato colocando en primer lugar el pan. Sobre él, la panceta y encima de ella el huevo. Napar con la holandesa y rematar con un toque de pimienta rosa.
En el momento de servir, dar un corte a la yema. Adornar con el jamón.
De lujo, oye.

sábado, 1 de junio de 2013

DE ESTAMBUL A VENECIA. DÍA 8.

Venecia está bien; pero se han pasado regando las calles.

Apenas hemos dormido en toda la noche. Tuvimos que llevar las maletas hasta los ascensores ya que la recogida se había hecho a su hora. Afortunadamente el personal encargado se portó de forma comprensiva con nosotros, que nos deshacíamos en disculpas. Nos dicen que los últimos pasajeros llegaron a sus camarotes cerca de las cinco de la mañana.
Cuando dieron las seis, ya estábamos levantados, a las 6:30, el equipaje de mano estaba en consigna y a las siete, el camarote estaba libre.
Vamos a desayunar y a coger fuerzas para un día que va a  a ser largo. Somos tres grupos los que vamos en la excursión, que se retrasa media hora. No vamos a salir a las 7:30 como estaba previsto, sino a las ocho.
Nos embarcamos en el vaporetto y, oh sorpresa, nos llevan por la Guidecca en vez de hacerlo por el Gran Canal. Es más rápido por aquí, nos dicen. Ni siquiera es más barato, parece que hay prisas.
Nos llevan hasta San Marcos y la guía nos va describiendo lo que sabe todo el mundo. O al menos eso es lo que me pareció, no sé si debido al cansancio o al cabreo enfado.
Me entretengo más de lo prudente admirando la portada de la Catedral (ni soñar con entrar a verla), no me interesan el Campanil, ni la perspectiva de la plaza, ni siquiera el Palazzo Duccale. Es tan, tan bonita que hasta olvido, por un momento, lo del Gran Canal. Todo ello a pesar de que está en obras y no es posible admirarla en todo su esplendor.


Nos conceden diez minutos de asueto "para hacer fotos". Y ahora resulta que ¡Maldita sea! me estoy quedando sin pilas y las buenas, las cargadas, están en la maleta que se llevaron anoche.
(Y la culpa es mía, solo mía).
Intento ahorrar todo lo que puedo porque quiero dejar alguna foto para el paseo en góndola. Afortunadamente me administré bien y anduve justo.
Pasados los "diez minutos", hay gente que no llega al lugar de encuentro para continuar la visita. La guía cuenta y recuenta, por fin, todos. Tanto ha contado que me quedo con la cifra: Somos 26 en el grupo.
Vamos hacia el embarcadero de las góndolas y paramos un momento ante el Puente de los Suspiros. Nada romántico ¿Eh? El puente une el Palazzo Duccale con las mazmorras de la Inquisición y recibe ese nombre por los lamentos de los presos que, al cruzar el Puente, sabían que veían  la luz del día por última vez en su vida.
Llegamos al embarcadero de las góndolas. En cada una pueden viajar 6 personas.Sujeto a Mary Paz por el brazo y nos quedamos los últimos de la fila, le recuerdo que fui profesor de Matemáticas y que 26 no es divisible entre 6 y que si tenemos un poquito de suerte, vamos a tener góndola para nosotros solitos.
Bueno, al menos las últimas cuatro parejas nos hemos repartido entre las dos últimas embarcaciones y no vamos solos; pero sí cómodos. Eso si, haciéndoles la" pugneta" a esos dos tortolitos con aspecto de recién casados con los que compartimos viaje.
El gondolero, ni lleva camiseta de rayas azules, ni nos canta "Oh, Sole mío".  No para de reñirme porque dice que me muevo mucho y que lo voy a echar al agua. ¡Lo único que he hecho ha sido intercambiar las cámaras con nuestros compañeros para las respectivas fotos!
Advierto: La góndolas no andan verticales, tienen una ligera inclinación hacia la izquierda por lo que la borda de babor está más cerca del agua que la de estribor. ¿Me explico? Parece ser con la intención de compensar la tracción de un solo remo.
"Cutre" es el neologismo que se utiliza actualmente para describir lo sórdido, lo feo, lo obsceno, los lóbregos rincones que nos enseñaron. Las puertas traseras de los edificios, los canales secundarios más sucios, los de las basuras flotando. Y es cierto, Venecia huele mal; pero es por estos rincones. Y dicen que eso es romántico.... ¡Ja!
Si alguna vez volvemos, prometo no volver a meterme en una góndola.
A las diez de la mañana la excursión había terminado. Recogimos los equipajes, tomamos un bocado y partimos rumbo a aeropuerto Marco Polo.
Advertencia. En la zona de embarque de este aeropuerto, solo hay una cafetería y no tiene sitio para sentarse a tomar el café. Hay que irse a los clásicos asientos de las salas de espera, sin mesas, y tener el vaso todo el tiempo en la mano.
Un vuelo rápido y relativamente corto nos deja en Barajas a primera hora de la tarde. No hay control de pasaportes, por lo que pasamos directamente a las cintas de recogida de equipajes. Tardamos una hora en ver llegar la primera maleta, pasa una docena o poco más y la cinta se detiene. Diez minutos después vuelven a pasar otras doce o catorce maletas y se vuelve a detener y, allí nos tenéis que entre la salida de la primera de nuestras maletas y la llegada de la segunda pasa un cuarto de hora.
Trescientos kilómetros más y estamos en casa. Justo, justo, se acaba de poner el sol.

sábado, 25 de mayo de 2013

DE ESTAMBUL A VENECIA. DÍA 7.

Anoche, cuando entramos en nuestro camarote, teníamos encima de la cama una nota en que se nos comunicaba un retraso de dos horas en la salida de nuestro avión de regreso. Nos ofrecían, por ello, una excursión en Venecia que incluía una visita a la ciudad y un viaje en góndola por los canales . Así las cosas, decidimos contratar dicha excursión. Nunca me arrepentiré lo suficiente.
Hemos hecho 330 millas, como 600  kilómetros.
Muy temprano atracamos en Trieste. El puerto de Trieste está en pleno centro. Como si en Madrid, por poner un ejemplo, apareciese la proa del barco en la Plaza Mayor por el Arco de Cuchilleros.
La antigua Tergeste fue territorio griego, pasó a los romanos (El emperador Trajano construyó un magnífico teatro que se conserva perfectamente). A la caída del Imperio Romano, se convirtió en baluarte bizantino. Devastada por lo lombardos, formó parte del Reino de los Francos.
En el S. XI fue del Patriarcado de Aquilea, en el S.XII, independiente, en el XIII de los venecianos y de los austríacos en el siguiente.
En 1719 se convierte en puerto franco y única salida al mar del Imperio Austrohúngaro. Y así hasta 1918 en que se integra en Italia. Su Plaza Mayor, por la que asoma, según digo, la proa de nuestro buque, recibe el nombre de Piazza della Unitá d´Italia.
Allí vivió el Emperador Maximiliano I de México antes de aceptar la corona.
Allí vivió James Joyce. Sí, el autor del "Ulises", ese libro que todos tenemos en lista de espera para empezar a leerlo de un momento a otro y del que nadie que yo conozca ha pasado del "Intribo ad altare Dei".Y aún así dicen de ella que es la obra más influyente del Siglo XX.

Callejeamos y visitamos el teatro romano, el arco de Trajano, la inmensa Piazza, la tercera más grande del mundo abierta al mar, la basílica ortodoxa de rito servio. Bellísima tanto por fuera como por dentro.
La estatua de James Joyce, cruzando eternamente el puente sobre el canal.
Las costureras al borde del mar.
Es cierto que se ve enseguida. Puede que lo más importante esté en sus museos; pero es lunes y los lunes, ya se sabe, no hay museo abierto en parte alguna.
Nos volvemos, pues, al barco, justo en el momento en que empieza a llover.
Nos toca recorrer el último tramo de 70 millas (unos 135 Km.), en los que no emplearemos más allá de 4 horas.
No hemos hecho mas que zarpar cuando la sombra del "Costa Concordia" se cierne sobre nosotros. El capitán del navío avisa por los altavoces que vamos a pasar por delante de la casa de su hermana en la costa de Eslovenia y va a hacer sonar las sirenas. Afortunadamente no hace ningún intento de acercamiento a la costa.
Llegamos a Venecia a la puesta de sol. Las fotos son espectaculares y las vistas aún más. Es emocionante ver la Plaza de San Marcos desde el barco, que está siendo arrastrado por dos remolcadores para impedir que las potentes hélices creen un oleaje exagerado. La marcha es muy lenta a través de La Giudecca, dicen que apenas navegamos a cuatro nudos.

Cuando atracamos, la navegación ha terminado, no el viaje, que aún nos queda pasar la noche y unas cuantas horas más.
No acudimos a cenar al restaurante, picamos un poquito en la pizzería porque tenemos prisa para conocer un poco la ciudad.

En el embarcadero de los vaporetos no hay ventanillas, ni personal de ningún tipo y no tenemos ni idea de cómo se sacan los billetes. Allí vemos a un señor con mono y chaleco reflectante y le empezamos a hacer preguntas a las que va contestando cortésmente, hasta que parece ligeramente irritado, levanta las manos y dice: "Io no laboro qui". Hemos estado molestando a un pobre hombre que pasaba por allí.
Por fin, con nuestros billetes por dos horas nos subimos al primer vaporeto que llega. Entonces a alguien se le ocurre preguntar que por dónde hace el trayecto. Nos contestan que por la Giudecca por lo que nos bajamos. Los que hacen el trayecto por el Gran Canal, se toman en otro muelle.
Aunque hace frío, son las 11 de la noche, el trayecto, que dura 40 minutos, lo hago en la cubierta al aire libre.
Venecia es magnífica y el espectáculo increíble. No hay una iluminación especial, es mas bien tenue; pero en el interior de los palacios tienen las luces encendidas y se puede entrever su interior. Cuando pasamos bajo el puente de Rialto sentimos un escalofrío de emoción.
Desembarcamos en la Plaza de San Marcos. Nunca pensé que fuera tan hermosa. La Catedral no es para describirla, es para verla. (Venecia entera es para vivirla).
Salimos de la plaza por una de aquellas callejuelas llenas de tiendecitas de artesanía, de cristales de Murano, de máscaras de carnaval, de las mas destacadas firmas de moda y de complementos... Hasta el Ferrari de Alonso vimos. Llegamos hasta el mercado de Rialto y vemos el puente en su interior.
Estamos muy cansados y regresamos al barco, esta vez, sí, por la Giudecca, que el viaje por allí dura apenas diez minutos.
Según las normas que nos dieron, el equipaje debe dejarse en la puerta del camarote antes de las 2 de la madrugada. Nos han entregado unas etiquetas de colores para distinguir en qué expedición va cada una de ellas. El equipaje de mano hay que dejarlo en consigna a las 6:30 de la mañana.
Es la 1:15 de la mañana. Llegamos a la aduana para acceder al barco. Nos encontramos con una cola de varios cientos de metros. Allí está todo el pasaje intentando llegar al barco y en la aduana no hay más que dos funcionarios, uno para revisar la documentación y otro para controlar el scanner y el arco ese que pita. Podemos comprobar que la velocidad de atención es de tres viajeros por minuto. Uno cada 20 segundos. Dos horas de cola. Cuando llegamos al camarote son casi las 3:30 y todavía nos queda cerrar las maletas, ponerles las etiquetas y sacarlas a la puerta.
Hay que levantarse a las seis, llevar el equipaje de mano a consigna, desayunar y estar listos a las 7:30 para la excursión.
Estamos absolutamente reventados.

lunes, 20 de mayo de 2013

DE ESTAMBUL A VENECIA. DÍA 6.

Durante la noche hemos navegado 230 millas, unos 420 km.
Hemos cruzado el canal de Otranto, entre Italia y Albania, que separa el mar Jónico del Adriático. Tenemos que retrasar nuestro relojes una hora, a las tres serán las dos y ya estaremos con el mismo horario que en casa.
Muy temprano hemos atracado en el puerto nuevo de Dubrovnik. Las vistas desde el barco son preciosas.
Tomamos un taxi en la misma escalerilla del barco. El paso por la aduana no tiene demasiados trámites, le enseñamos desde dentro del taxi nuestra documentación al guardia y este se aparta y nos hace, con la mano, la señal de pasar.
El centro está a tres kilómetros escasos, por lo que el viaje se hace en pocos minutos y nos deja en la Puerta  de Pile,  al pie justo de la muralla.

Ciudad Patrimonio de La Humanidad desde 1979, fue bombardeada por la artillería servia el 6 de diciembre de 1991, causando grandes daños en los edificios, pero permaneciendo la muralla intacta. Un tercio de las edificaciones se vió afectado, iglesias, palacios, edificios históricos. Muchos de ellos totalmente destruídos, entre los que se encuentra la casa del artista plástico Ivo Dulcic que contenía, además de una biblioteca con más de 2000 volúmenes de Historia y de Arte, una colección de tarros de farmacia, fotografías, diapositivas, acuarelas, posters, etc.
Murieron unos 200 soldados croatas.
La libertad no se vende ni por todo el oro del mundo, es hoy el lema de la ciudad.

En 1994 La UNESCO hizo un nuevo inventario ampliando el concedido en 1979. La ciudad ha sido completamente reconstruida y apenas quedan huellas de la tragedia.
La moneda local es la kuna, aunque en todos los sitios admiten euros sin más problemas que la vuelta la hacen en moneda local. (1 € +/- 7 kunas).
Su entrada en la UE está actualmente bloqueado por Eslovenia debido a una cuestión de fronteras.
Pasear por Dubrovnik es una delicia. Totalmente libre de tráfico rodado (no se ven ni bicicletas), andar por la "placa" o calle principal (antes Stradun) desde la fuente de Onofrio hasta el viejo puerto. Ver los monasterios de franciscanos y dominicos, la catedral, la iglesia ortodoxa, la torre de Orlando.... Las puertas adornadas con laurel, las quince callejuelas llenas de escaleras que ascienden hasta la muralla.... te están invitando a volver algún día.

El viaje toca a su fin. El pasaje está convocado a primera hora de la tarde en el teatro, nos van a devolver los pasaportes y a dar las indicaciones para el desembarco final. Qué hay que hacer con el equipaje, con la llaves de los camarotes, con las cuentas de gastos, etc.
A continuación va a haber un espectáculo con un prestidigitador y una demostración de cocina con el chef del barco, eso que ahora se llama un cooking-show.
Está a punto de haber un motín. Nos han metido una mañana en Trieste, cosa que no estaba en el itinerario inicial y de la que nos enteramos a la firma del contrato. La gente tenía la ilusión de pasar día y medio en Venecia y esta estancia se queda reducida a unas cuantas horas. El numerito que nos montan me recuerdan a aquellas clases de dinámica de grupos que hacíamos cuando yo estaba en Formación del Profesorado. ¡Que maestría tienen los jodíos! ¡Cómo han logrado sortear la situación!
Admirable.
Nos guste o no, mañana por la mañana estaremos en Trieste.

viernes, 17 de mayo de 2013

DE ESTAMBUL A VENECIA. DÍA 5.

Hemos hecho el tramo más largo de todo el recorrido: 420 millas. Unos 800 km.
Entretengo la mañana redactando este "diario" y pasando las fotos de estos días al ordenador en un rincón de una de las muchas cafeterías que tiene el barco, tomando cervezas y disfrutando del paisaje. Navegamos muy cerca de la costa del Peloponeso y, de pronto, vemos saltar los delfines que nos acompañan durante unos minutos. Me pillan sin cámara, solo me he subido la tarjeta.
Por la tarde llegamos a Corfú.
Su nombre griego es Kérkyra. Cuenta la mitología que el dios Poseidón se enamoró de la ninfa Córcira, hija de Asopo y Metope y la raptó, según era costumbre entre los dioses del Olimpo,  llevándosela a esta isla a la que dió su nombre.
De esta unión nació Faiax, del que descienden todos los feacios.
Es la isla en la que, según La Odisea, naufragó Ulises y dónde se encontró con  los cíclopes, gigantes de un solo ojo en mitad de la frente y dónde tuvo su aventura particular con uno  de ellos, Polifemo. Se puede visitar su cueva.
Decidimos visitar la isla a nuestro aire, sin contar con la excursiones organizadas y nos salió bastante bien. Alqilamos un taxi por dos horas y su conductor nos llevó a conocer algunos de los rincones más atractivos de la isla, parando en aquellos lugares en que podíamos hacer las mejores fotografías e incluso haciéndonoslas él mismo.
Visitamos el Achilleion, construído por la Emperatriz Elizabeth de Austria (más conocida por Sissy) como residencia de verano, con unas vistas fantásticas y unos jardines increíbles.
Nos llevó a Kanoni, una península que servía de defensa y en la que había instalados algunos cañones, de ahí su nombre.
Abajo, en una pequeña isla se encuentra el monasterio de Panayia. Las vistas son espectaculares.
Todavía nos queda un rato para callejear un poco por las calles de la ciudad vieja, llenas de comercio y de gente.
Hemos llegado tarde, porque la fiesta del Sábado Santo en Corfú es la más espectacular de todas las fiestas de Grecia. El suelo de las calles está rojo de los restos de cerámica que tiran por las ventanas para atraer la buena suerte. La fiesta ya ha terminado y solo podemos dar testimonio de los suelos rojos  y de los restos de cerámica que aún siguen barriendo los vecinos.
Todavía nos sobra un ratito para sentarnos en una terraza y disfrutar de una taza de café y un vasito de ouzo, eso sí con mucha agua fría, que el licorcito tiene 55 grados de alcohol.
Mañana estaremos en Dubrovnik.

jueves, 16 de mayo de 2013

DE ESTAMBUL A VENECIA. DÍA 4.

Cuando amanece ya hemos llegado a Santorini. Hemos navegado 150 millas durante la noche (275 km. aprox).
Me llama la atención el nombre, etimológicamente procede de Santa Irene, igual que Santarem, en Portugal. Curiosidades en las que habrá que profundizar.
Santorini forma parte del archipiélago de Las Cícladas y es lo que quedó de una isla volcánica tras la explosión del volcán hace ya 3.600 años. El volcán continúa activo y ya se está formando una islita nueva, con los que dentro de 100.00 ó 200.000 años estará reconstruída otra vez. Los isleños viven con el temor constante a una nueva erupción, por lo que cuenta con innumerables iglesias y capillas repartidas a todo lo largo de la isla.
Elaboran un vino extraordinario y crían asnos, animal que han adoptado como símbolo del lugar. Se dice que en Santorini hay más vino que agua, más iglesias que casas y más burros que hombres.
Hay cinco cruceros anclados en la laguna. Más de siete mil turistas con la intención de visitar Fira.
El desembarco se hace en lanchas que no cesarán de ir y venir en las cinco horas que durará la estancia.
El acantilado sobre el que se encuentra Fira tiene unos 150 m. de altura y se puede acceder a pie por una escalera zigzagueante; pero dicen que se tarda una hora en llegar a lo alto. También se puede hacer ese camino a lomos de asno o por medio del funicular.
Las colas para utilizar tanto uno como otro medio de transporte son interminables. Después supimos que hay otra alternativa: Viajar en barco hasta Oia y subir en autobús, lo malo es que la bajada hay que hacerla a pie.
Decidimos, pues, quedarnos abajo en el puerto, de lo que no nos arrepentimos. Estuvimos visitando las tiendecitas de artesanía y tomando ouzo con pulpo a la brasa en las típicas terrazas.

Regresamos al barco tranquilamente antes de que empezaran las aglomeraciones de última hora.
A las 2 de la tarde, ya estábamos camino de Corfú.
Parece ser que ha desaparecido la vieja costumbre de la cena de gala con el capitán del barco y la han sustituído por un cóctel de gala en el recinto del teatro. Las chicas se han puesto todas guapísimas (También es verdad que para eso necesitan poco). Yo me pongo unos pantalones de "vestir" y una chaqueta de punto, sin corbata.
Me apunto a una copita de cava (los he tomado mejores) y Mary Paz a un cóctel sin alcohol.
El capitán presenta a su tripulación y, a continuación hay un espectáculo del que solo me han gustado los chistes del presentador: "Las diez mejores preguntas de los viajeros de crucero”.