Cocinar en recipientes de silicona dentro de un microondas (Que no es un horno, ni mucho menos, aunque nos empeñemos en ello) y guisar en ollas superrápidas al calor de cocinas de inducción tiene su encanto. Es veloz, limpio, silencioso y cómodo, sobre todo cómodo.
Cocinar, por ejemplo en horno es sencillísimo. Se enchufa a la red eléctrica, se aprieta el botón On-Off, se selcciona la fuente de calor (Arriba o abajo), el tiempo, la temperatura y....listo.
Peeero...., y este es mi caso, ¿Qué pasa cuando te traen un cordero entero y te dicen que tienes que hacerlo en horno de leña? Sí, sí, a la antigua....
Pues así fue. Me trajeron un corderito (Unos diez kilos en canal) para homenajear al inglés, que ha estado aquí unos cuantos días y me "aconsejaron" que sería conveniente hacerlo al horno de leña al estilo tradicional, al de toda la vida. Y servidor, que es muy complaciente, se avino a la demanda.
Colocar el cordero en fuentes, bandejas, rustideras o recipientes aptos para el fuego y restregarlo con sal. Poner un poco de agua en cada recipiente y ponerlos dentro del horno.
Este que veis, tardó una hora y veinte minutos en estar hecho. En su punto.
Eso sí, me aplaudieron hasta ruborizarme.