miércoles, 28 de mayo de 2014

CEREMISÚ O JERTEMISÚ.

Datos documentales dan por hecho que ya se cultivaban cerezas en el Valle del Jerte allá por el S.XIV. Una plaga acabó con los castaños, principal cultivo hasta entonces y a finales del S. XVII se sustituyeron castaños por cerezos, generalizándose su cultivo.
Una bella leyenda atribuye la llegada de los cerezos a un zar ruso que, nadie sabe cómo, llegó hasta el Valle y lo sembró de cerezos para evocar la nieve de sus tierras al menos diez días cada año.
Lo cierto es que se calcula que en la actualidad el número de cerezos ronda los dos millones de ejemplares, en su mayoría de la variedad "picota".
Recuerdo los días de mi infancia en los que las cerezas llegaban en cestas de castaño protegidas por helechos y que nos las colgábamos de las orejas y que cuando cogías una, sacabas una ristra de ellas unidas por los pedúnculos.
Ya disfrutamos en los primeros días de la primavera de la fiesta de los cerezos en flor y volvimos a subir hasta el puerto de Tornavacas para no perdernos ni un ápice del espectáculo.
En estos días empieza la temporada de las cerezas y el Consejo Regulador, las cooperativas y los mismos productores se esmeran en ofrecer novedades culinarias que tengan como base el sabroso fruto.
Permítaseme colaborar ofreciendo esta estupenda receta de un clásico adaptado a nuestra fruta más representativa.

Ceremisú o Jertemisú.

Ingredientes
Una taza de café solo bien cargado.
Una copita de licor de cereza.
Una taza de almíbar hecho con el mismo peso de azúcar y agua.
1/2 Kg. de cereza picota del Jerte.
12 bizcochos de soletilla
250 gr. de queso fresco.
250 gr. de nata para montar.
4 cucharadas de azúcar moreno.
4 yemas de huevo.
1/2 tableta de chocolate negro rallado en virutas.

Preparación:
Deshuesar y partir en trozos regulares las cerezas. Mezclar el café con el almíbar y el licor de cereza. Mojar los bizcochos en la mezcla y colocarlos ordenadamente en una fuente transparente o  si se prefiere en cuatro cuencos o copas. Repartir las cerezas por encima y reservar en el frigorífico.
Montar la nata y mezclar con el queso. Batir las yemas con el azúcar hasta que estén esponjosas. Añadir a la nata con queso y mezclar con cuidado. Verter esta mezcla sobre las cerezas  y esparcir por encima las virutas de chocolate.
Mantener en el frigorífico hasta el momento de consumirlo.

Notas: Se pueden suprimir las yemas de huevo si no ofrecen suficiente garantía de que su consumo en crudo sea seguro.                  
Fuera de  temporada se pueden sustituir las picotas por cerezas en almíbar o en licor, bien escurridas,  y utilizar el líquido para empapar los bizcochos.

miércoles, 21 de mayo de 2014

PARMENTIER CON ENSALADA.

Antoine Parmentier (1737 -1813) fue un agrónomo, naturalista, nutricionista e higienista francés.
Fue el primero en extraer azúcar de la remolacha.
Siendo Inspector General de Salud, consiguió la vacunación de las tropas contra la viruela.
Investigó en la conservación de los alimentos por frío y mejoró la alimentación de los presos en las cárceles.
Promovió el consumo de la patata como alternativa alimentaria, considerada hasta entonces como no comestible y  prohibida su siembra. Convenció a las autoridades para incentivar  su cultivo  y  consumo argumentando su fácil labranza y  alto rendimiento.
En su honor, numerosos platos a base de patatas, sobre todo si estas son cocidas, reciben el nombre de "parmentier".
Y parmentier vamos a llamar a esta ensalada, que además vamos a acompañar de un aliño francés.

Necesitamos:
Una bolsa de brotes tiernos.
Semillas de girasol.
Cebolla crujiente.

Para el parmentier:
Cuatro patatas hermosas.
Una nuez de mantequilla.
Un buen chorro de aceite de oliva.
Un toque de pimienta negra.
Una cucharadita de cebollino picado.

Para el aliño francés:
2 cucharadas de vinagre de Jerez.
6 cucharadas de aceite de oliva.
1 cucharadita de mostaza.
una pizca de sal.

Pelamos y cortamos las patatas en pedazos regulares y las ponemos a hervir en agua con sal. Cuando estén tiernas, antes de que empiecen a deshacerse, retiramos el agua reservando algo por si fuese necesario aclarar el puré. Aplastamos las patatas con un tenedor (o mejor con el machacador de patatas) o en el chino.
Agregamos la mantequilla semiderretida, el aceite de oliva y la pimienta y mezclamos. Añadimos  el cebollino.
Preparamos el aliño echando en un bol la sal, a continuación el vinagre y, por último el aceite,  y mezclando con las varillas. Añadir la mostaza y batir enérgicamente hasta que emulsione y se parezca a una crema.
En un plato colocamos un aro de los de "emplatar" y rellenamos su interior con el parmentier presionando ligeramente para que adquiera forma y no se nos derrumbe, añadimos la ensalada y aliñamos al gusto.
Adornar con unas semillas de girasol y unas tiras de cebolla crujiente.