domingo, 12 de octubre de 2014

CREMA DE CALABAZA Y CALABACÍN.

La primera thermomix llegó a mi casa allá por los años ´80 (si no recuerdo mal, fue en 1985), se trataba del modelo 3300 y supuso una revolución en mi (nuestra) cocina. Desde entonces, raro es el día que por una u otra causa, no se utiliza. Salsas, gazpachos, zumos, helados, masas, purés, cremas dulces o saladas.... ¡Hasta jabón se ha elaborado en ellas!
El modelo Tm21 llegó unos diez años después. La misma vendedora me valoró el modelo anterior y me lo descontó de la nueva adquisición. Los avances que suponía respecto al eran evidentes, incluso le habían incorprado música, un acorde musical avisaba del final del proceso. Todavía funciona, después de veinte años, allá por la pérfida Albión. Solamente se le cambiaron las cuchillas y la goma de la tapa cuando la llevé para allá al comprar la Tm31, el modelo que salió hacia 2006. No es que tuviese muchas novedades culinarias respecto a la anterior excepto que las funciones se seleccionaban con botones, que permitía un mejor control de las temperaturas y que incorporaba una pantallita digital que facilitaba la información de los procesos.
En todo este tiempo, solamente ha habido una avería, precisamente en este modelo y precisamente en los botones, debido al uso, uno de los botones quedó bloqueado y fue necesario cambiar el panel frontal.
En cuanto ha aparecido el modelo nuevo, la Tm5, me he ido a por ella. Este modelo incorpora calor por inducción y las funciones están informatizadas. No es cierto lo que se ha dicho que lleve un puerto USB ni funcione con un "pendrive", tiene unas unidades de memoria con unas conexiones especiales en las que están las guías de las recetas paso a paso. No es posible sacarlas ni introducir nueva información ni hacer correcciones, ni nada de eso. Permite programar algunos guisos, se introducen todos los ingredientes y ella sola elabora el plato.
Tiene una cosa mala, cuando termina de funcionar, no continúan moviéndose las cuchillas, como en los modelos anteriores, y no se si se puede pegar el guiso, cosa imposible antes.
Tengo que decir que, excepto cremas y purés, jamás la he utlizado para guisar, que para eso me gustan más los fogones.
Para mí se trata de un pinche de lujo.
Nunca había publicado una receta para thermomix, esta va a ser la primera.
Vamos a utilizar
La parte blanca de un puerro.
300 gr. de calabacín sin pelar
300 gr. de calabaza pelada.
1 diente de ajo.
1/2 l. de caldo de verduras.
2 cucharadas de aceite de oliva.
Sal al gusto.
1 cucharada de Tahini (pasta de sésamo).(*)
Un chorro de aceite de sésamo y cebolla crujiente para servir.

Poner el ajo y el puerro en el vaso. Trocear 3 seg. velocidad 5. Bajar los ingredientes con la espátula.
Añadir el calabacín y la calabaza troceados junto con el caldo. programar 15 min. temperatura 100 º y velocidad 1.
Agregar el aceite y el tahini y triturar a velocidad progresiva 50-100 durante 1 minuto aproximadamente.
Corregir de sal y servir adornando con un hilito de aceite de sésamo y unos copos de cebolla crujiente.
Y, ahora, al gusto tradicional:
Cortar el puerro en rodajas, el ajo en láminas y el calabacín y la calabaza en taquitos.
En una cacerola echar el aceite y ablandar el puerro y el ajo. Añadir las verduras, dar una vueltas y agregar el caldo (Aquí va a ser necesario aumentas la cantidad). Cocinar a fuego suave durante 15 a 20 minutos, hasta que empiecen a deshacerse las hortalizas.
Triturar en el chino o con la batidora, agregar el tahini, corregir de sal y servir  adornando con un hilito de aceite de sésamo y unos copos de cebolla crujiente.

(*) Si os acostumbráis a poner una cucharada de tahini en vuestros purés y cremas, no dejaréis de usarlo nunca más.