Uno de los mayores placeres que encuentro en Inglaterra es entrar y estar en el pub. Estoy deseando llegar para ir a uno a practicar mi inglés y tomarme una buena pinta de cerveza. No es por la cerveza, eso lo puedes hacer en cualquier sitio, es el ambiente lo que los hace únicos y atractivos.
El turista podrá entrar en más de uno en sus excursiones londinenses (O en Manchester, o en Edimburgo) y se encontrará con un nutrido grupo de turistas iguales a él. El verdadero pub está fuera de la "city", en los barrios de vecindad, en los pequeños pueblos.
No es nada difícil reconocerlos. En su mayoria son un enorme edificio aislado de los demás y, aunque no lo esté tiene un "algo" que los hace inconfundibles, algo que además es superfluo porque ya los verás desde lejos por sus grandes faroles dorados que sobresalen de la fachada.
Lucen sus nombres en grandes letras, también doradas, y llevan siempre pintado en las fachadas su "escudo de armas" que les da identidad y personalidad.
"The red Lion" "El león rojo" es el nombre más usado, en cada pueblo hay uno. Luego están nombre tan curiosos como "La babosa y la lechuga", "Los brazos de leñador", "El ruiseñor mañanero", "Los símbolos masones" ("The mason arms"), "El pato y la ardilla", "La cabeza de la reina" (En Straford-Upon-Avon, en referencia a la de Ana Bolena), "El gorro del turco", "El pub de Adán y Eva" y otros por el estilo.
Al entrar en el pub sientes una punzada casi mística -o mística del todo- debido a que la luz entra por unos inmensos ventanales formados por vidrios emplomados, a veces de colores, como las vidrieras de las catedrales (mejorando lo presente, que dirían en mi pueblo), que le da un aire como de sacristía.
El suelo está cubierto por una moqueta de mil colores predominando los tonos cálidos (negro, rojo, ocres). En los pub ingleses hay moqueta, en los irlandeses, parqué de madera.
Un banco corrido ocupa la parte baja de los ventanales. Está tapizado por una tela con unos dibujos geométrico-barroco-florales en los que, en este caso, el color predominante es el verde y desde el techo caen unos pesados cortinones. Considerados independientemente cada uno de los elementos, son HORRIBLES; pero juntos le proporcionan un ambiente acogedor a casa de la abuela. Delante de cada uno de los bancos se distribuyen las mesas, encima de cada una de las cuales hay invariablemente un número indeterminado de posavasos gruesos de cartón con publicidad de cervezas o similares. El resto del espacio está ocupado por sólidas mesas de madera rodeadas por unas sillas características de los pub ingleses.
El resto de las paredes está forrado de madera o de una espacie de papel o cartón repujado, en relieve, vamos. En esas paredes hay apliques que intentan, en vano, aportar algo de luz sin conseguir romper ese ambiente lánguido, como de iglesia.
La decoración suele ser a base de viejas fotografías o litografías del sitio en cuestíon, unos platos de metal dorado troquelados con temas marineros, cinegéticos o costumbristas, aperos de labranza, jarras de estaño, peltre o plata de todos los tamaños; relojes antiguos o libros.
Ya digo, suelen ser locales muy amplios (150, o más, metros cuadrados) presididos por una larga barra de madera, adornada con columnas torneadas y metopas labradas. Y allí, el delirio. Docenas de surtidores de cervezas de todos los estilos: Cervezas tipo "ale", inglesas, amargas y tibias que hay que extraer de los barriles a golpes de manivela. Cervezas rubias, tipos "lager" o "pilsen". Cervezas negras, al estilo irlandés. Una auténtica orgía.
Detrás de la barra suele haber una exposición de botellas, las de wisky, ginebra, etc, están boca abajo y se les ha sustituído el tapón original por un original tapón dosificador para que en cada copa caiga siempre la misma cantidad de brebaje y no como en España que eso depende de lo simpático que le caigas al camarero. Las de las otra bebidas, de pie. Entre esas bebidas hay un (no sé cómo definirlo), una pócima a la que llaman J2O y que lleva frutas: Sandía, cerezas, frambuesas... (dicen). También hay sidras, de manzana y de pera.
Y la campana. En todos los pub hay una campana de bronce con una cadenita que cuelga del badajo. Hasta hace unos años, a las once menos cuarto de la noche la hacían sonar para advertir de que era el momento de servir la última copa, a las once en punto, el pub, cerraba sus puertas.
La medida patrón es la "pinta" (como la carabela de Colón), equivalente a algo más de medio litro. Los vasos están marcados para garantizar la medida exacta, llevan grabada una marca que lo certifica "PINT, la corona real y una cifra: 2043".
Llegas, eliges mesa, te acercas a la barra y pides. Te sirven, P A G A S y te vas tranquilamente al sitio elegido a saborear lentamente tu pinta de cerveza... ¡Ay!.