Llevo tres semanas de trabajo exhaustivo, sin tiempo para parar a "liar un cigarro", que diría mi abuelo.
Os tengo descuidados, no contesto vuestros comentarios, no entro a leer vuestros blogs, no tengo tiempo para nada.
La exposición en el Ateneo está resultando más complicada de lo que me imaginaba. Me llamaron de Telextremadura para grabar un programa y, pese que intenté resistirme y renunciar a mis warholianos quince minutos de gloria, la insitencia de los periodistas me hizo claudicar. Podéis ver el programa
AQUÍ; pero no os lo recomiendo.
He tenido que impartir una charla en la Sección de Gastronomía del Ateneo sobre -
La de la tiza me mata- "Secretos del microondas".
Ona ha estado muy malita, creímos que se nos iba. Estaba preñada y, como tardaba en parir, fuimos a ver a Sonia y Julia, las veterinarias compañeras de promoción de nuestro hijo, que tienen una clínica en Moctezuma. Menos mal. La pobre Ona tenía una torsión en el útero que le impedía el parto, casi cuatro horas de quirófano para extirparle la matriz. Está viva de milagro, buscando a sus cachorros, porque ella cree que ha parido, la pobre.
También ha estado lo de la ITV, lo de los toldos, la presentación de los programas electorales de los aspirantes a la alcadía (en el Ateneo), lo del guiso del venado (en el Ateneo), lo del cordero para el día de la patrona, lo de la madre del cordero....
Que a nadie se le ocurra atribuir una relación causa-efecto con la receta que viene a continuación, que es una de esas que tiene uno preparadas por ahí para casos de emergencia.
Este es el momento.
En la presentación del libro de Paul Richardson, éste comentó que los huevos fritos había que comerlos entre los compases del
himno nacional. O con la
habanera o el
coro "Toreador" de Carmen, o en tono menor, con
La Verbena de La Paloma. O, ya puestos, con
las bodas de Luis Alonso o
el tambor de granaderos.
Sea como fuere, el caso es que los huevos fritos, huevos estrellados o huevos rotos vienen a ser el plato español por antonomasia.
MI receta para los huevos rotos es ésta:
Una patata por persona.
Dos huevos, por persona (de lo contrario sería huevo roto).
Chorizo cortado en taquitos.
Jamón cortado en taquitos.
Abundante aceite de oliva para freir.
Sal. Que los huevos sin sal.....
Pelar y cortar las patatas en láminas de 1/2 cm. y después en palitos de igual grosor con el fin de obtener "patatas paja". Freir en abundante aceite hasta que estén crujientes. Salar y reservar en papel absorvente.
En sartén aparte, saltear el chorizo y el jamón.
Colocar un aro de emplatar en un plato y echar una cantidad adecuada de patatas paja. Sobre ellas, el chorizo y jamón fritos.
Freir los huevos en el aceite en que habíamos frito las patatas hasta que se haya cuajado la clara y la yema esté líquida, colocar dentro del aro y romper las yemas con dos tenedores. Completar el relleno del aro con más patatas.
Retirar el aro y adornar con perejil o con cebollino picado.
La semana que viene, otra vez.