domingo, 18 de marzo de 2012

POTAJE DE SOJA.

Legumbre cultivada desde hace casi 3.000 años en el extremo oriente, ha sido completamente desconocida en occidente hasta principios del S. XX.
Es rica en proteínas, casi equiparable a la carne, por lo que es de gran valor en las dietas vegetarianas.
Contiene Isoflavonas y fitoestrógenos.
Reduce el colesterol y la glucemia.
De ella se obtien harina, aceite, salsa, leche, tofu, lecitina y algun otro derivado.
Y además está muy rica.
Existen muchas variedades, las más comunes en el mercado son la soja verde y el haba se soja.
La primera es la que se utiliza para hacer los clásicos brotes de soja y que permite los mismos guisos que las lentejas y la segunda, parecida a las judías, permite los mismos guisos que éstas.
Hacer los brotes de soja es lo más sencillo del mundo. Sólo necesitamos un cubito de playa, de los de juguete, al que haremos unos agujeritos en el fondo.
Ponemos una pequeña cantidad de las semillas en remojo durante toda la noche, las escurrimos y las echamos en el cubito, enjuagamos bajo el grifo y colocamos el cubito sobre un plato para que recoja el sobrante de agua y lo guardamos en un lugar en que no entre nada de luz, absolutamente a oscuras. Todos los días, sacamos el cubito y remojamos las semillas debajo del grifo. En dos o tres días habrán empezado a brotar, esperamos hasta que los brotes alcancen los tres o cuatro centímetros, asegurándonos de que están completamente blancos, sin nada de verde.
Si se van a consumir inmediatamente, están listos. El resto se escaldan diez segundos en agua hirviendo con un poco de sal y se guardan en el mismo agua. Se conservarán varios días en el frigorífico.
Con las habas de soja he preparado un potaje.
400 gr. de soja.
4 patatas pequeñas.
2 zanahorias.
1 hoja de laurel.
Cebolla, ajo, pimiento y pimentón.

Poner las habas de soja en remojo la noche anterior en la misma cazuela en la que se vaya a guisar.
Poner al fuego con la hoja de laurel y dejar cocer por espacio de dos horas.
Preparar un sofrito con la cebolla, el ajo y el pimiento, apartar del fuego y añadir una cucharadita de pimentón. Echar el sofrito y la sal, agregar  la zanahoria y la patata y dejar cocer otra media hora.
Yo lo hice en la olla superlenta y estuvo cociendo siete horas.

jueves, 8 de marzo de 2012

TRES MUJERES.

Sentia Amarantis.
La primera tabernera conocida.
Así queda constancia en una lápida de mármol blanco romana del S.II descubierta en Mérida.
Sentia es el ejemplo de mujer trabajadora en el mundo romano. Junto a su esposo Víctor, Sentia Amarantis regentaba una taberna en Emérita Augusta.
En la antigua Roma las mujeres desempeñaron muchos oficios en igualdad con los hombres. Hubo mujeres empresarias, negociantes, artesanas..
A su muerte, su esposo Víctor quiso recordarla tal como era en su trabajo cotidiano.
Dice la lápida: 
"Consagrado a los dioses Manes.
A Sentia Amarantis, de 45 años.
Sentio  Víctor lo mandó hacer para su esposa querídísima, con quien vivió 17 años".



Rosa Parks (1913-2005).
Es conocida como "la primera dama de los derechos civiles en Estados Unidos".
El 1 de diciembre de 1955, en Montgomery, una ciudad del sur de los Estados Unidos, Rosa Parks se negó a obedecer la orden del conductor de un autobús público, que quería obligarla a ceder su asiento a una persona de raza blanca.
Fue encarcelada por su conducta, acusada de haber perturbado el orden y sancionada con una multa de 14 dólares.
Esta acción tendría como consecuencia la creación de la asociación nacional para la defensa de los derechos de la gente de color, N.A.A.C.P. que le declaró el boicot a la línea de autobuses con rotundo éxito, durando algo más de un año.
Un año después el caso de Parks llegó hasta la Corte Suprema de los Estados Unidos, que declaró la segregación en el transporte contraria la constitución estadounidense.
En 1999 fue galardonada con la Medalla de oro del Congreso de los EEUU.
Sus restos mortales fueron honrados en la rotonda del Capitolio, siendo la primera mujer de la Historia que recibiría ese honor.




Marie Skłodowska (Madame Curie).(1867-1934).
Polaca de nacimiento, a los 4 años de edad leía perfectamente, autodidacta, abandonó la religión católica tras las muertes de su madre y su hermana pasando a ser agnóstica.
En 1891, a los 24 años se matricula en la Facultad de matemáticas y Ciencias de La Sorbona. Dos años después obtiene la licenciatura en Física con el nº 1 de su promoción y al año siguiente en Matemáticas con el nº 2.
Comienza inmediatamente los trabajos para el doctorado, cosa que antes solo había hecho una mujer. Conoce en este tiempo a un profesor de física, Pierre Curie con quien se casa. Este la anima a que oriente su tesis sobre la recientemente descubierta radioactividad.
Le dirige la tesis el mismo descubridor, Becquerel, con quien compartiría, junto con su marido el Premio Nobel de física en 1903, siendo la primera mujer que consiguiese ese galardón.
Tras la muerte de su esposo, se hace cargo de la cátedra de éste siendo la primera mujer que daría clases en la Sorbona. A su primera lección asistió numeroso público, muchos de ellos no eran estudiantes.
Crea un espectacular escándalo al mantener relaciones con un hombre casado.
En 1911, repite premio Nobel, esta vez el de Química y en solitario.
Fallece ciega, en 1934 víctima de una anemia producida por su contacto con elementos radiactivos.
Fue la primera mujer en conseguir una cátedra universitaria, la primera en recibir un Premio Nobel y la única que lo ha recibido más de una vez.

martes, 6 de marzo de 2012

¡QUE VIENEN LOS GRISES!

El otoño de 1968 iba llegando a su fin. Los exámenes parciales se acercaban y en la Universidad de Madrid se obligaba a los estudiantes a escribir los ejercicios con pluma estilográfica.
Las revueltas del mayo parisino habían pasado casi de puntillas por los medios españoles pero entre los estudiantes bullía un sentimiento de necesidad de cambio y se manifestaban, a veces dando, en la calle, gritos de libertad.
El estudiante se había acercado al kiosco de la Calle de la Princesa para ponerle un "punto" nuevo a la pluma que le había regalado su novia del pueblo, seguro de que le había de traer buena suerte. Sintió un golpe en la espalda y una voz le gritó: "¡Corre!".
¿Yo? Por qué he de correr yo si no he hecho nada malo?
Sin embargo se sintió invadido por el pánico y corrió, obediente a la voz. Tomó Hilarón Eslava sin mirar hacia atrás, sabía que pasos que oía tras de sí eran las tachuelas de unas botas militares. "Los grises", pensó, y apretó el ritmo de su carrera.
Las aceras son estrechas y las gentes se apartan a su paso.
Al llegar a la esquina de Joaquín María López, tuerce a la izquierda, cruza la calle y entra en el número 74. Está en casa. Se sienta en la escalera, la resperación es agitada y rápida y el corazón parece querer salise por la boca; pero ya se siente seguro y suelta una carcajada nerviosa.
Ha sido su primera carrera ante "los grises".
Busca en los bolsillos de su trenka, en los del pantalón, se palpa todo el cuerpo y no está: La pluma se ha perdido en la aventura.

* * * * * * * * * * * * 
Hacía meses que teníamos pendiente lo de vernos en Madrid.

Aunque no se hubiese restaurado "La Gioconda" del Prado, no se hubiesen montado las exposiciones de Chagall, la Biblioteca Nacional no hubiese cumplido 300 años y no se hubiesen expuesto "Las biblias de Sefarad", habrían sido los huevos rotos, los caracoles a la borgoñesa, las tortillitas de camarones o el calvados; pero encontranos, nos habríamos encontrado.
Hace tres años nos leíamos, hace dos nos escribíamos, el pasado año nos conocimos y ahora somos amigos de toda la vida. Mery, la anfitriona, de "Contando los sesenta", Pilar, de "Abalorios" y el que suscribe.
Por supuesto, también estaban nuestros sufridores consortes, Jaime, Fernando y Mary Paz (sin cuya colaboración y sacrificio no habría sido posible el encuentro).
- ¡Qué guapa estás! 
- ¿No me veis más delgado?
- ¿Habéis tenido buen viaje?
- Parece que vamos a tener buen tiempo el fin de semana.
- Ya tengo las entradas para el Thyssen.
- ¿Y mesa reservada para la cena?....
Madrid se ha quedado pequeño para los seis. En la Plaza del Carmen vemos un furgón de la Policía Nacional y un par de agentes que indican a una turista con maleta roja una dirección. Todo normal. Continuamos por Tetuán hasta desembocar en Carmen y continuamos hasta la Puerta del Sol.
Allí el despliegue policial es espectacular, hay una docena de "lecheras" y un cordón de antidistubios ociosos. La gente pasea ignorándolos por completo. A alguien -no a mí precisamente- se le ocurre una idea: Hacernos una fotografía delante de ellos.
Nos acercamos a solicitar su permiso y, sorprendentemente, acceden.
Y nos hicimos la foto.

Esta vez fue más divertido. Hace 44 años, más emocionante.