lunes, 30 de agosto de 2010

SAL AHUMADA

Hace unos días, un anónimo comunicante me preguntaba por la sal ahumada. Era mi intención contestarle inmediatamente; pero fue entonces cuando me quedé sin ordenador y mi falta de respuesta pudo sonarle a grosería, por lo que pido disculpas.
No le encuentro utilidad a este tipo de sales aunque estén de moda. Creo que pasarán mas tarde o mas temprano.
Hay varios procedimientos para ahumar alimentos. Antiguamente se colgaban en el interior de la campana de la chimenea de la cocina, donde había fuego de leña perpetuo. Hoy, ni soñarlo. Hoy se hacen los ahumados en plan industrial en cámaras cerradas en cuyo interior se queman maderas.
Si queréis ahumar cualquier alimento, en todas las cocinas hay cámaras estancas ideales para llevar a cabo el ahumado: La olla a presión. En Inglaterra he visto en las tiendas cámaras especiales de ahumar .
La madera para quemar debe ser en virutas o rizo y estar bien seca.  La de encina da un sabor a alquitrán muy desagradable y la de pino, si no está muy seca tiene sabor a trementina, por lo que deben evitarse. La mejor es la de haya o la de boj. Hay un truco infalible, ir a la tienda de animales y comprar una bolsa de las virutas que se emplean para las madrigueras de los conejos. En un caso de apuro, una caja entera de palillos de dientes, en serio.
Para ahumar un alimento, ponemos las virutas en el fondo de la olla. Con un "spray" las humedecemos ligeramente. Encima colocamos algo que separe el alimento del contacto directo con la madera. Lo más socorrido es el cestillo de guisar al vapor que suele venir acompañando a la olla.
Se prende fuego a las maderas, se coloca el alimento dentro del cestillo y se cierra la olla. No es necesario girar la tapa, es suficiente con que no se salga el humo. En unos segundos, se habrá consumido el oxígeno y las maderas se seguirán quemando produciendo humo. Mantener el alimento dentro alrededor de dos horas, transcurridas las cuales estará listo para su consumo.
Esto sirve para preparar pescados (salmón, lubinas..), tocino, panceta, embutidos, etc.
En el caso de la sal, buscar una sal de grano muy grueso, colocarla en un plato procurando que quede una capa lo más fina posible, humedecer con un "spray" y seguir el mismo procedimiento.
Ya me direis cómo ha ido el experimento.

domingo, 29 de agosto de 2010

¡VAYA MES!

Todos los hados adversos se han conjurado contra mi persona este mes con la única finalidad de fastidiarme. A fe que lo han conseguido.
La enfermendad de un familiar me ha tenido más tiempo en el hospital que en mi casa y me ha proporcionado unas cuantas noches sin dormir.
A Mary Paz le ha dado otro de sus síncopes y yo me sigo asustando y otra vez a urgencias y otras 24 horas en observación y más noches sin dormir.
Me quedé sin teléfono móvil por una avería y la incompetencia de los servicios de atención al cliente. Por supuesto que cambiaré de operadora dentro de unos días cuando concluya el periodo de contrato. Entonces me llamará una "persona humana" y no una máquina de las de "..marque usted el uno...". Para entonces ya estará en marcha la "portabilidad", que ya les las trae el nombrecito.
Durante la tormenta de hace unos días vino a caer un rayo al lado mismo de casa, justo en el registro de teléfono. Me ha quedado sin teléfono, sin ordenador, se han quemado el módem y dos aparatos de teléfono. La línea me la arreglaron enseguida y me repusieron el módem (bien por telefónica), me han llamado del seguro para decirme que compre los teléfonos nuevos y que les pase la factura. Vino un técnico y se llevó el ordenata, despues de una semana me dicen que se ha quemado la placa base y que, como el cacharro está en garantía, ellos no lo pueden arreglar, que lo lleve al sitio donde lo compré y que lo reparen allí. Y allí sigue, que los técnicos están de vacaciones y hasta que no vuelvan.....
¿Queréis más? El otro día haciendo la compra me dí un resbalón de cuidado y todos mis 102 kilos de peso se derrumbaron por los suelos. ¡Qué morrón, mi madre!. Aparte de las profundas heridas que sufrí en mi amor propio, a las que el médico de las urgencias no hizo el menor caso prefiriendo hacerme radiografías de cadera y hombro izquierdos y rodilla derecha. Nada roto. Analgésicos, pomaditas, antiinflamatorios, brazo en cabestrillo y...."esta rodilla... debería ir usted al traumatólogo".
Fui.
Hace ya treinta y cinco años me operaron de esa rodilla, extirpándome el menisco. A mí, que en 1958 fui por primera vez al fútbol y no he vuelto. A mí, que no le he dado una patada a una pelota en toda mi vida, se me rompió el menisco y me tuvieron que operar. Ahora tengo una artrosis de padre y muy señor mío y preciso una rodilla nueva. Un trasplante, o una prótesis o un comosellame. De momento toca esperar, que no quiero ir a la boda en silla de ruedas y mientras tanto me han puesto un tratamiento y unas sesiones de rehabilitación.
A ver si, para compensar, el mes que viene me toca la lotería.
No todo ha sido tan malo:
Ha estado aquí el inglés (pocos días) para ultimar detalles de la boda, renovar el DNI, papeles y más papeles, empezar a repartir las invitaciones, tomarse las medidas para el traje, preparar la despedida de solteros, comer el arroz de bogavante que le prepara su padre....
El día 7, los de la sección de cine del Ateneo hicimos el tradicional "cine de verano" aquí en mi casa, nos reunimos 24 personas.
El día 8 fuimos a la feria de la sandía en Ladoeiro, sin nada que destacar, excepto que cenamos en el "stand" de la asociación de criadores de vacuno unas carnes estupendas. Que no averigüé la receta del gazpacho de sandía y que la caipirinha de sandía está demasido buena.
El día 10, en la cena de San Lorenzo, nos reunimos 11 comensales y me quedé un pelín corto con la "entomatá".
Estoy con ordenador prestado. Mañana será otro día.

martes, 3 de agosto de 2010

GAZPACHOS.

El domingo por la tarde nos fuimos a Idanha-a-Nova, a poco más de cien kilómetros y poco menos de hora y media de viaje. Se celebraba un festival de gastronomía y no hay mejor justificación para emprender el viaje sabiendo además que la comida va a ser magnífica y los precios ridículos.
Si además hay una degustación gratuíta de productos de la tierra, mejor. Muestras de embutidos, carnes, pescados (de río, por supuesto), toda clase de dulces...
Y dos gazpachos, ofrecidos por dos tasquinhas diferentes: Uno de pepinos y otro de sandía. Ambos exquisitos. En los dos casos dí la lata a las cocineras para que me pasaran las recetas; pero no conseguí que soltaran prenda, no obstante contestaron cuando identificaba los ingredientes.
Estoy peleándome con el de sandía. Creo que es más sencillo de hacer de lo que parece.
El de pepinos, en cambio, no tiene secretos, es básicamente el "gazpacho de Villamiel" que hemos tomado en casa de toda la vida, con otros ingredientes.
Tras la degustación tomamos asiento en una de las tasquinhas y dimos buena cuenta de una selección de carnes a la brasa perfectamente hechas.


Gazpacho de pepinos:
2 pepinos hermosos.
1 cebolla.
1 cucharada de poleos picados.
2 cucharadas de aceite de oliva.
4 tazones de agua.
pedazos de pan, sal.
Pelar los pepinos dejando parte de la cáscara, quitarles las semillas y trocearlos en cubitos de 1/2 cm. Hacer la misma operación con la cebolla y poner ambas cosas en una gazpachera, salar generosamente, añadirle el aceite y los poleos y dejar reposar en sitio fresco.
En el momento de servir, echarle el agua y los pedazos de pan. Rectificar de sal.

Gazpacho de Villamiel:
4 tomates bien maduros; pero firmes.
1 cebolla.
1 cucharada de orégano.
4 cucharadas de aceite de oliva.
4 tazones de agua.
sal.
Pelar los tomates, quitarles las semillas y trocearlos en cubitos de 1/2 cm. Hacer la misma operación con la cebolla y echar ambas cosas en una gazpachera, salar generosamente, añadir el orégano y regar con el aceite (se le puede agregar una gota de vinagre), mezclar bien y dejar reposar en sitio fresco alrededor de una hora.
Verter el agua fresca, no fría, que "helaría" el aceite, rectificar de sal y servir.