sábado, 30 de abril de 2011

ENSALADA DE HABITAS.

Los pitagóricos eran vegetarianos. No comían carne, les estaba prohibida; a este régimen de alimentación se le conoce como dieta pitagórica. Solo podían consumir vegetales: Verduras y legumbres. Excepto... las habas.
Para los adeptos de la escuela de los seguidores de Pitágoras, las habas eran sagradas y no podían ser comidas.
Eran "habas contadas".
Ellos creían que todas las cosas eran, esencialmente, números y jugaban con habas para componer estructuras numéricas. Los números triangulares, los cuadrados, el sagrado "tetrakis", el pentagrama...
Los romanos, en cambio, no les tenían respeto ninguno y ponían una semilla seca en ciertos dulces para burlarse del que la encontraba. Costumbre que perdura en el actual Roscón de Reyes: el que tiene la desgracia de morderla, tiene que  pagar el dulce entero: "El tonto del haba" que se le dice....
En mi huerto ecológico siembro un puñado de habas cada año porque, como todo antiguo aspirante a perito agrícola conoce, las leguminosas tienen en sus raices unos nódulos que fijan a la tierra el nitrógeno atmosférico, y eso es bueno.
Tiene, además la ventaja de que, al no ser yo pitagórico, puedo consumir sus frutos y semillas sin ningún remordimiento.
Recojo (y consumo) las habas en cuatro etapas:
1.- En cuanto se manifiestan. Cuando tiene entre 6 y 8 cm. y apenas se aprecian los engrosamientos de las semillas. Con ellas hago los "peces de huerta" de mi abuela.
2.- Cuando las semillas se aprecian a través de la vaina. Tienen que estar muy tiernas, se deben romper a la mínima torsión. Las uso para el extremeñísimo "mojo" de habas, para el arroz o para el "frite de habas" de mi suegra.
3.- Las semillas ya están cuajadas y la vaina se ha vuelto coriácea y dura. Entonces las pelo, recojo las semillas -tiernísimas- con las que preparo la ensalada que hoy nos ocupa.
Y.
4.- Las semillas, todavía verdes, han crecido hasta su máximo tamaño. También las pelo y con esas semillas, a veces repeladas, hago los platos conocidos: A la catalana, con jamón, con chorizo, en guisos calientes o, incluso, para comer crudas, como aperitivo. Son las habituales para el común de los mortales, ya que son estas, y no otras, las habas que llegan a los mercados.
El resto se secarán y servirán para simiente del año siguiente, para hacer los famosos michirones murcianos (excepcionalmente) o para alimento del ganado. A Bruno, el pony, le encantan.
Estamos por estos días con las habas en su tercer estadío de crecimiento y toca comer las semillas tiernas, las habitas, las habas baby y otros apelativos suaves con los que se las designa. Habas pequeñitas, como la uña del meñique.
Si os decidís, no tengáis reparos en comprar las congeladas (de hecho, yo congelo los excedentes) o las que vienen en tarros de vidrio, de excelente calidad, y que no precisan cocción previa.
Para la ensalada de habitas tiernas vamos a necesitar:
400 gr. de habitas ya peladas (un tarro o una bolsa, si son congeladas).
1 tomate pelado y despepitado.
1 trozo de pimiento verde.
1 trozo de pimiento rojo.
1 trozo de pepino sin semillas y casi sin piel.
Una cañita de hierbabuena (presta).
Unos tacos de jamón serrano. (Sed generosos; pero no pródigos. O al revés, no sé).
Una pizca de sal y un chorretón de aceite de sabor suave (0,4º). Nada de vinagre aquí.
Y la hacemos así:
Si las habitas son en conserva, colarlas y enjuagarlas con agua fría.
Si son frescas o congeladas, blanquear durante treinta segundos en agua hirviendo con un poco de sal. Colar y refrescar en agua con hielo inmediatamente. Reservar.
Cortar el jamón en tacos.
Pelar y despepitar el tomate y cortar en brunoise, así como los pimientos y el pepino.
Picar a cuchillo la hierbabuena.
En un bol, mezclar estos ingredientes, aderezar con una pizca de sal y con el aceite. Dejar reposar un ratito y añadir las habas.
Mezclar y servir.

13 comentarios:

Rocio y Josemanuel dijo...

Curiosa ensalada, a ver si tengo ya las habitas tiernas de mi madre y me lio con ellas..Me gusta mucho tu receta.
Besos

Nora dijo...

No conocía yo esa historia de los pitagóricos, ellos se lo pierden..., mi madre hizo ayer mismo habas frititas, esa combinación tiene que estar bien buena.
Un besito

FERNANDO SYRAH dijo...

Valdo, ¡qué ricas las habitas!..........y qué cantidad de platos ricos se pueden hacer con ellas...........Lo mismo hoy me lío y hago alguna receta........

Y lo de los pitagóricos : ¡GRANDE!.......

Saludos.

FERNANDO SYRAH
http://vinogastronomiayviajes.blogspot.com

Maria Pilar-COCINICA dijo...

Que historia más interesante, no conocía a los pitagóricos, me han sonado a los empollones que en mis tiempos les llamabamos pitagorines, relacionándolos con el teorema de Pitagóras, lo que es la ingnorancia.

Sobre las habas me gustán en todos sus estadíos, y tu ensalada me ha gustado mucho.

Besinos

Sefa dijo...

Menuda lección nos has dado, no sabia estas cosas con referencia a esta verdura que en casa de mis padres nos gustaba mucho y en la mia hay division de opiniones.
Yo las hago de varias maneras, no las suelo congelar, pero uno de mis consuegros que tambien tiene huerto y me regalan..........ya me diras como las congelas tu, como siempre escaldadas?.
Como las tienes recien cogidas, lo siemnto pero me las llevo, asi que ya puedes ir a buscar mas, un abrazo. Sefa

Pilar Abalorios dijo...

De niña me escondía entre las matas de habas y me ponía morada, ya desde entonces no me llama el futuro por las matemáticas ¿verdad?
Una receta estupenda que me apunto.

Un beso

Papámba. dijo...

Una maravilla de entrada, de filosofía y de recetas. Un abrazo! Un placer leerte.

Perol y Mortero dijo...

Me ha encantado esta entrada. Cuantas cosas he aprendido de ella además de las recetas, que también me han encantado. Haré esos peces de la huerta, tienen que estas deliciosos, y esa ensalada tan rica.

Un abrazo

Pedro dijo...

instructiva entrada, rica ensalada y estupendas recetas. ¿Quién da más...?
Gracias por tu apoyo en la cantidad de sal para la cocción de los langostinos. Sobre el tiempo de cocción... ¡A mí me quedan estupendos...!
Un abrazo.

La de la tiza dijo...

Acabo de llegar de hacer una dieta antipitagórica total durante tres días. Las habas y las alcachofas son productos que tengo adheridos a la memoria de mi abuela, que las guisaba muy bien. Incorporo la receta al recetario Valdo.

ODRY dijo...

Hay que ver lo mucho que aprendo con usted.

Un besazo.

Ana dijo...

en cuanto consiga habitas te plagio literalmente la receta.
Un beso enorme

Mari Carmen dijo...

Afortunadamente, y para nuestro deleite, en casa tampoco somos pitagóricos y consumimos muchas habas. Mi padre también las planta cada año en su huerto y, además, suelo comprar frescas, cuando las hay, o en botes, que, como bien dices, quedan muy ricas.
Debe ser allá por la etapa 2 en la que a mi padre le gusta, una vez extraído el grano (y normalmente comidos simplemente crudos con un poco de sal o acompañando a hueva, mojama, bonito,...) preparar las vainas, bien limpias y troceadas, fritas y revueltas con huevo.
¿Has probado a comer los granos dentro de un bocadillo simplemente con aceite y un poco de sal? ¡Menuda delicia!
Y no sigo, que es temprano y ya he salivado bastante, jajaja. Besitos.