Está formado por cerca de un centenar de monolitos algunos de los cuales están decorados con grabados. Edificado hace casi 7.000 años, en el Neolítico Inferior, presenta una planta oval resultado de ampliaciones y remodelaciones posteriores.
Originalmente era una estructura en forma de herradura abierta hacia el Naciente, a semejanza de otros recintos megalíticos conocidos de la región.
Se ignora su función, aunque datos arqueológicos recientes evidencian la disposición e implantación de algunos monolitos coincidentes con los movimientos astronómicos elementales del Sol y de la Luna señalando los solsticios y equinocios.
Por otro lado algunos elementos decorativos y la aparente esquematización antropomórfica de los menhires parecen constituir, a escala monumental, la primera representación escultórica de entidades tutoras de los más ancestrales linajes del poder.
El "menhir dos Almendres" de forma ovoide alargada es un ejemplar característico de los menhires de la región de Évora. Datado entre el Neolítico Inferior y el Medio, presenta en la parte superior un báculo grabado en bajorrelieve, motivo común ligado a las sociedades agro-pastoriles de los pueblos neolíticos.
Su localización parece relacionarse con el recinto megalítico dos Almendres dado que está alineado con el mismo en la dirección del nacimiento del Sol en el Solsticio de Verano.
En Guadalupe, que así se llama el pueblecito en cuyo término se encuentran estas maravillas pudimos comer una "açorda" de judías pintas con arroz y verduras y una excepcional "perna de porco alentejana" que es carne de cerdo con almejas, todo ello regado con un vinillo de Reguengos y para rematar, los incomparables postres que te ponen en cualquier lugar de Portugal. (Yo, como siempre, me tuve que conformar con mirar).
En las paredes del restaurante había un cartel que decía:" O vinho é o maior inimigo do homen, mas virar as costas ao inimigo é cobardía".
Un café de los que te espabilan sólo con el olor y en diez minutos, en Évora; pero eso es para otro día.
18 comentarios:
Querido amigo:
Te he enviado dos veces un mail en contestación al tuyo y las dos veces me ha venido devuelto, no sé qué hacer. Intentaré de nuevo mañana y si me es retornado una vez más, tendré que copiartelo aquí.
Un abrazo.
Interesantísimo paseo por el Alto das pedras talhas. Debo confesar mi desconocimiento del lugar y será un lugar obligado de visita en mi próxima visita a Portugal.
Las "judías pintas" y la "perna de porco" han despertado mis papilas gustativas y me han hecho recordar la "migas alentejanas" de las que soy fiel comedor cada vez que me acerco por esos lares.
Precioso paseo diste niñooo.
Y claro, como no, una buena comida.
Me espero la segunda parte.
Un besito.
Precioso ese "Alto das pedras talhas" y estupenda entrada.
Yo hice una del Castrejón de Capote,pero no te llego ni a la rodilla... Pasaté por mi casa y la ves. Si tienes oportunidad, estás
cerquina, ven a visitarlo. Merece la pena.
Un beso.
Preciosos menhires, pero me gusta especialmente las ruinas de ese claustro (?) Me intriga además las formas del mismo, en medio punto, y lo estilizado de sus columnas, que remiten al románico, junto a esa decoración tan barroquista... tan portuguesa.
¿Ya estás de vuelta? Espero me cuentes el viaje acomañado todo de un buen vino en el Ateneo
La verdad es que parece un sitio precioso para perderse una mañana enmedio de la naturaleza y con los trinos de pájaros mil como música de fondo.
Si luego rematas en un restaurante poniéndote las botas es un muy buen complemento a esta salida.
En mi caso, al quedar lejísimos de mi casa me conformaré con imaginar el lugar y saber que está ahí por si algún día, por lo que sea, puedo dejarme caer.
Esos paseos son memorables, ¿no?
Están buenas las fotos.
Abrazos.
Terly:
Te contesto en correo aparte, de forma privada.
Abrazos.
Pedro:
En el mes de Noviembre, se celebra en Estemoz "La cocinha dos ganhoẽs" dónde se puede degustar toda la cocina del Alentejo. Las migas alentejanas son la estrella de las jornadas.
Yo no me las pierdo nunca. Este año estás invitado.
Ana:
Lo que no he dicho es que la comida me salió a un precio a un precio realmente asombroso. Todavía se puede comer (y beber) en Portugal por cuatro perras.
Nina:
Aunque parezca mentira aún no conozco Cancho Roano ni he vistado todavía el dólmen de Lácara y, del Castrejón de Capote, ni siquiera había oído hablar.
Quedan apuntados en mi agenda en el apartado de urgentes.
Víctor:
Salgo pitando para el Ateneo. Tengo cosas para contaros a los de la Sección de Historia.
Y el vino, claro.
Swyx:
Pues si: El sitio es precioso y solitario y se oye cantar a los pájaros.
La comida en Portugal es rica, abundante y barata.
Si te dejas caer por aquí procura que no sea en verano.
Chuquis:
Para eso se hacen, para recordarlos.
Las fotos me las hace un aparato, yo sólo aprieto un botón.
Hace muchos, muchos años, cuando éramos jóvenes (más que ahora, se entiende...) hicimos un viaje precioso al Alentejo, del que en algún lugar de mi trastero deben quedar descoloridas cientos de diapositivas. Tambien hay por casa alguna pieza de cerámica bonita y apreciada.
Un saludo
Carmen
Carmenpiva:
No era mi intención despertar nostalgias. El Alentejo sigue estando ahí.
Seguramente tus dispositivas no han perdido nada de color, se siguen conservando estupendamente, sácalas y vuélvelas a pasar por el proyector, con su pantallita, las luces apagadas..... y una copita de vinillo de Borba.
Besos.
Hola amigo!!!! ya estoy otra vez en marcha con mi ordenador. Y veo que tu tampoco paras....
Saludos
Celes:
¿Ves? Nueve días, no falla. Es lo que se tarda en arreglar un cacharo de estos.
Te visito ahora mismo.
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