Hoy hace veinte años de la caída del muro de Berlín.
Lo recuerdo como si fuera ayer. Por aquella época trabajaba yo como Asesor de Formación del Profesorado y el CPR estaba, y sigue estando, en el mismo edificio que la Escuela Oficial de Idiomas y comentábamos con uno de los profesores de alemán, que ha vivido muchos años en Berlín (en el sector americano), cuya esposa es berlinesa, que no se lo podía creer.
Decía que era imposible y que sus consecuencias serían imprevisibles. Las diferencias entre las gentes de las dos Alemanias eran muy grandes.
Afortunadamente se equivocó y dos años y medio después, se llevaba un grupo de estudiantes cacereños, entre los que se encontraba mi hijo, a un campo de trabajo en el Berlín Oriental, en la ya extinta RDA. Iban para cooperar en la construcción de un parque infantil.
A su regreso, mi hijo me trajo como regalo un pedazo del muro. "Es auténtico -me dijo- lo he arrancado yo".
Lo puse sobre una peana de metacrilato y lo tengo siempre delante de mí en mi mesa de trabajo.
NUNCA ES TARDE......
Hace 7 años
7 comentarios:
Las novedades siempre son temibles, aunque sean para bien.
Es emocionante, recordarlo también lo es. Hermoso pedazo el que arrancó tu hijo para ti.
Un abrazo
¡Qué velocidad publicando entradas!
Cuando cojes carrerilla no me da tiempo a comentarte.
Yo también tengo ya la chimenea encendida, pero sin cristalito. Y la disfrutamos bien todo el invierno.
¡Qué rico está todo asaíto en una buena candela! ¿Verdad?
Cayó el muro y con él se vinieron abajo muchos planteamientos erroneos. ¿No crees?
Afortunadamente cayo el muro y llego la libertad.
Yo estuve al poco tiempo en Berlin y todavía pude ver parte del muro, por cierto que prisa se dieron en reconstruir todo, yo creo que la verguenza les hizo poner todo el dinero y trabajo necesesario para borrar las huellas.
Tendré que buscar los negativos.
Besos
Yo tengo que reconocer que ese pedazo del muro de Berlín es un regalazo. Impresionante.
Lo que es la historia y todo eso, buf, me queda muy lejos y mejor así; cuanto antes olvidemos las barbaridades, mejor.
En el año 84 estuve un mes en Alemania del Este. En aquel momento aún estaba el muro, así que mucho mejor cuando fue tu hijo, que ya se trajo un trocito del muro.
Un saludo
Carmenpiva
Que ese trozo de muro nos sirva de ejemplo de lo que nunca debió haber sido y nunca debe volver a repetirse. Besitos.
Para todas y todos:
Gracias por vuestros comentarios. Ahora no tengo tiempo de contestaros uno a uno como me gustaria.
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