Teníamos que llevar a Dionisio a Lisboa que cogía un avión allí, y a mí me daba igual llevarlo a Lisboa que a Madrid, estamos a la misma distancia de un sitio u otro y el vuelo desde Lisboa es mucho más barato.
Nos tomamos la cosa con tranquilidad y fuimos haciendo turismo.
Visitamos Vilaviçosa, que habiendo pasado cientos de veces por delante y nunca habíamos parado. Dimos un paseo por la zona amurallada, vimos, como no, el enorme Palacio Ducal (No estaba abierto, así que sólo lo vimos por fuera) y la Poussada que tiene un bonito claustro y unas termas romanas muy bien conservadas.
A comer a Évora. En Portugal tiene por costumbre comer muy temprano, así que tuvimos que andar buscando un sitio que tuviese la cocina abierta. Por supuesto, lo encontramos.
Tras dejar los viajeros en Lisboa, continuamos camino hasta Bombarral, donde teníamos la intención de pasar la noche, visitar alguna bodega por la mañana y comprar vino.
Dimos un buen paseo por Bombarral y me llamó la atención la publicidad de un restaurante que ofrecía la "sopa da pedra", de la que hablaré luego. Por la mañana, visita al museo de la ciudad y compra de vino para renovar la bodega.
Después la obligada visita al sitio más bonito del mundo: Peniche. Y allí, Cabo Carvoeiro (de donde ya he hablado en http://valdomicer.blogspot.com/2009_07_01_archive.html) y, por supuesto tomar la famosa "salada de polvo" en el nau dos corvos. Pura ceremonia. El año que viene, más.
A comer a Évora. En Portugal tiene por costumbre comer muy temprano, así que tuvimos que andar buscando un sitio que tuviese la cocina abierta. Por supuesto, lo encontramos.
Tras dejar los viajeros en Lisboa, continuamos camino hasta Bombarral, donde teníamos la intención de pasar la noche, visitar alguna bodega por la mañana y comprar vino.
Dimos un buen paseo por Bombarral y me llamó la atención la publicidad de un restaurante que ofrecía la "sopa da pedra", de la que hablaré luego. Por la mañana, visita al museo de la ciudad y compra de vino para renovar la bodega.
Después la obligada visita al sitio más bonito del mundo: Peniche. Y allí, Cabo Carvoeiro (de donde ya he hablado en http://valdomicer.blogspot.com/2009_07_01_archive.html) y, por supuesto tomar la famosa "salada de polvo" en el nau dos corvos. Pura ceremonia. El año que viene, más.
Y, siguiendo el ceremonial, Rio Maior y a las salinas "As marinhas da sal", a comprar sal precisamente.
Entramos en la oficina de turismo y allí me nombraron la palabra mágica: dolmen. A unos ocho kilómetros, por una carretera infame, en Alcobertas, hay un dolmen. De los más grandes de la península, tiene la particularidad de estar convertido en capilla bajo la advocación de Sta. María Magdalena. Era la primera vez que oía hablar de dólmenes consagrados al culto cristiano, pero en Portugal existen dos más. A su lado se construyó la iglesia parroquial a la que se encuentra adosado y tiene acceso desde el interior de la misma. El regreso lo hicimos casi sin darnos cuenta. Las dos terceras partes del camino son por autopistas.
La sopa da pedra, os la cuento mañana.
Entramos en la oficina de turismo y allí me nombraron la palabra mágica: dolmen. A unos ocho kilómetros, por una carretera infame, en Alcobertas, hay un dolmen. De los más grandes de la península, tiene la particularidad de estar convertido en capilla bajo la advocación de Sta. María Magdalena. Era la primera vez que oía hablar de dólmenes consagrados al culto cristiano, pero en Portugal existen dos más. A su lado se construyó la iglesia parroquial a la que se encuentra adosado y tiene acceso desde el interior de la misma. El regreso lo hicimos casi sin darnos cuenta. Las dos terceras partes del camino son por autopistas.
La sopa da pedra, os la cuento mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario