domingo, 15 de junio de 2014

PIEZA DE CORDERO CONFITADO.....

El reto que se le había planteado a Jesús Almagro en la exhibición de cocina (showcooking en su pérfida versión) era la utilización de productos con denominación de origen en Extremadura:
Cordero I.G.P Cordero de Extremadura Corderex.
Aceite D.O.P. Sierra de Gata-Hurdes.
Torta de La Serena. D.O.P Queso de La Serena.
Pimentón D.O.P. Pimentón de La Vera.
Cerezas D.O.P. Cereza del Jerte.
Vino D.O. Ribera del Guadiana.
El plato lo llamó  "Pieza de cordero confitado con queso líquido de La Serena, confitura de picotas y migas extremeñas"
Eligió "la parte menos noble del cordero", el cuello. No se atrevió a llamarlo pescuezo y en la denominación del plato, lo tituló como "pieza".
Procedió a limpiar la pieza de los huesos, nervios y tendones, a igualarla en todas sus dimensiones y la cubrió con sal durante una hora. A continuación lavó el cuello bajo el grifo, lo secó y lo cubrió con una nube de pimentón, lo enrolló, envolvió el papel film y lo bridó para mantener la forma, pasando, a continuación a una bolsa a la que practicó el vacío.
Dado el lento tratamiento que viene a continuación, a partir de aquí continuó con el material que ya traía elaborado con anterioridad, consistente en someter los cuellos envasados al vacío a una cocción a baja temperatura. 110ºC durante 11 horas.
Extrajo los rollitos de las bolsas recogiendo todos los jugos de la cocción.
Colocó los rollitos sobre una bandeja de horno, los pinceló con el jugo y los introdujo en el horno a 180ºC durante 10 min.
Para  el queso líquido utilizó leche y torta de La Serena a partes iguales, mezclándolas en caliente sin llegar a hervir hasta formar una crema. Una vez fría, fue cogiendo porciones e introduciéndolas en una disolución de alginato cálcico para formar las esferas.
Para salir de la elaboración habitual, las migas las hizo con almidón de yuca, pimentón y aceite salteándolos en la sartén hasta conseguir una textura muy similar, aunque con otro sabor, de las migas tradicionales.
Las cerezas, cortadas en mitades y maceradas en licor.
Con ello montó el plato tal como se ve en la fotografía, que se degustó acompañado de una copita de buen vino enviado para el efecto, por el Consejo Regulador de la D.O.

5 comentarios:

Jaime J. Fenollera dijo...

No sé el conjunto... pero el aspecto del cordero es fantástico.

FernandoR dijo...

El plato debía estar exquisito, pero el relato de su elaboración, además de permitir intentar atreverte a cocinarlo, resulta tan perfecto que permite 'casi' la degustación.
La pena es que es 'casi'.
Espero que lo probaras.

Sefa dijo...

Aquí el cuello de ternasco deshuesado
nos gusta mucho, lo hago relleno y después una salsa española y unas patatas bebió asadas.
La receta que nos das estará muy rica. Bs, Sefa

Contando los sesenta dijo...

En mi tierra, de alguien que es mala gente dicen: es peor que la carne de pescuezo.
La receta estará buenísima, no me cabe duda, pero como que la dejo para los profesionales como tú. A cambio de un asadito de lechazo.

Vero dijo...

que maravilla...