viernes, 6 de abril de 2012

POTITOS.

Bueno, ya está. O casi.
La casa recién pintada, todo manga por hombro y mibló olvidado.
Acabo de colgar la última lámpara tras su concienzuda limpieza y le voy a dedicar un ratito a poner al día mi bitácora.
Estoy viviendo un de las etapas más interesantes para un cocinillas doméstico: La elaboración de papillas infantiles. Mi nieta ya tiene siete meses y ya ha empezado a tomar comidas "saladas" y aquí está el abuelo Valentín preparando lo mejor de lo mejor, aunque sigo sin entender cómo les pueden gustar esas cosas a los niños.
Se empezó por la patata con zanahoria y se le fueron añadiendo cosas nuevas, una a una para comprobar su tolerancia, un día judías, otro calabacín, otro una pizca de apio. Luego las carnes: pollo, ternera, pavo.... Todo ello hervido y triturado todo muy a conciencia que todavía no tiene dientes. Y NI UNA PIZCA DE SAL.
Luego, la pobre, se lo come TODO y sin rechistar. ¡Si hasta da palmadas de contento sobre la trona!
Hace dos mil años, los romanos ponían a sus niños bajo la protección de una diosa lar  llamada Potina. Bajo su custodia, los niños se desarrollaban correctamente y sus alimentos les nutrían, además los protegía de todos los peligros.
Es fácil adivinar ahora por qué a las papillas infantiles se las llama "potitos".

16 comentarios:

Paz dijo...

Se lo come porque está muy rico, y no necesita sal. Te lo digo yo que lo pruebo siempre antes

Tita dijo...

Es que los purés...son muy versátiles y todos saben muy ricos, siempre al probar el puré de la bebé, digo que tenía que haber hecho perola para todo el mundo!

Vaya manita bonita que tiene!!!

Besos

Vero dijo...

pues se te ve muy bien en esta nueva etapa de chef infantil...y ya mismo estas preparando la tarta de cumple!

Sefa dijo...

Y lo que tu estas disfrutando con los potitos?
Dices que no sabes como se comen eso los niños, porque esta muy rico, dime le pones lo mejor no?
Y tambien es una suerte porque no todos lo hacen, tengo yo dos iguales...que aun no se como estan tan guapas con lo que hacen sufrir con la comida.
Besicos a tu nieta y abrazos a los abuelos. Sefa

Contando los sesenta dijo...

No me extraña que la Nieta haya salido así de guapa, con la materia prima de serieA+ y un cocinero de primera.

Apiciu dijo...

Hola Valentín:
Ya pasé esta fase de potitos con la nieta pequeña y una buena relación de lo que le iba preparando en su día, lo tengo publicado en La cocina paso a paso.
Ya, mi nieta pequeña, tiene 5 años, y no se si será por la iniciación alimentaria que tuvo, pero hoy en día come de todo y está fuerte y sana, sigue delgada.
Verá cuanto disfruta con las comidas de su nieta.
Saludos

Mari Carmen dijo...

Otro día más aprendo algo nuevo contigo. No conocía el origen de la palabra potito. Besitos.

Papámba. dijo...

Que delicia de entrada eres un encanto. Yo quiero volver a ser una bebé y si puede ser con un abuelo como tu mejor que mejor :-)

Un abrazo,

Maria Pilar-COCINICA dijo...

Ay Valentin que te veo como babeas y cuidas de tu nieta y que seguro te recompensa con sonrisas y alegrías.

Un besino para la niña, también para ti.

Susana Menéndez (gastronofilia.blogspot.com) dijo...

Estoy contigo en que esas papillas sin sal... cómo es posible que se las coman. Pero hacer comida (potitos) para niños y que sean engullidas y celebradas con palmas es todo un privilegio. Primero para el (o la) peque, que disfruta como un enano (o enana), y que empieza a atesorar en su memoria "gastronómica" sabores y olores de lujo, que JAMÁS pueden meterse en un potito indistrial (que me dejen de tonterías, eso estará bien hecho y viene bien para un desavío, pero....), y que formarán parte de su mochilita culinaria; a poco que eso tenga continuidad la criatura estraá sana, será sabia y encima feliz. Pero ¿y el privilegio del cocinero??? Ese abuelo trajinando entre verduras y carnes, sin tocar la sal, pero dándole de comer como Dios manda a su nieta.... como probablemente antes le dió a su hijo o su hija. El círculo que se termina de completar, la memoria que pasa de una generación a la otra. Disfruta Valentín, y cuando tu nieta termine de echar los dientes y empiece a comer con sal, sigue así, que le estás dando un tesoro.

Unknown dijo...

Hola Valentin, me llamo Luisa y no conocia tu blog y como veras me he quedado. Yo aun soy muy novata en esto por eso se que puedo aprender mucho de ti. Por cierto, ese potito es perfecto para mi niña.Besitos!!.

Pilar Abalorios dijo...

Si es que no es lo mismo, un potito que el puré del abuelo ¿eh?

besos

Nora dijo...

Vaya superabuelo que estas hecho, seguro que esos potitos son una delicia.
Un besito.

ortodonzia invisibile dijo...

Valentin te falta el babero (por tu nietecita)pero los abuelitos son asi,me haces recordar a mi papa con mis hijitas,gracias por la lecciòn de cultura general,no sabia el origen de la palabra poto,ahora la sè .Daniela

Perol y Mortero dijo...

Cuanta envidia me das, con las ganas que tengo yo de tener nietos... pero parece que de momento no están por la labor.

Disfruta de tus potitos, pero sobre todo de ella. Ya sabes lo rápido que crecen.

Un abrazo

potitos para bebes dijo...

A mi hija le encantan los purés y potitos de todo tipo! No hay nada como un buen puré hecho con amor!