miércoles, 22 de abril de 2020

LA MESA CERVANTINA.

Esta peste que estamos viviendo y que nos tiene confinados en casa me impide ir los miércoles a Mérida donde participo en el programa de Canal Extremadura  "A esta hora" charlando de gastronomía, productos y recetas de cocina extremeña. Ahora participo desde casa en una intervención más corta que se emite en directo gracias a las aplicaciones de comunicación que nos proporcionan las nuevas tecnologías.
En estas intervenciones cuyo contenido me suelen comunicar los jueves desde redacción, me dan las directrices de lo que será el siguiente programa y que tengo la semana por delante para prepararlo. Esto incluye la elaboración de recetas, generalmente de cocina extremeña, que tengo que tener preparadas con antelación e inmediatamente antes de entrar en antena.
Luego, el lunes, me pasan el guión -que raramente se cumple- y me quedan dos días por delante para planificarlo todo sin prisas. Y sin la tensión del plató, los focos, el maquillaje ¡Ah! ¡Y el micrófono! Que no se vean los cables ni la emisorita que te cuelgan de cinturón y que se clava en los riñones en el momento en que te sientas.... Un día me vine a casa con todo el aparataje puesto y no me dí cuenta hasta que empecé a asearme y cambiarme de ropa. Digo asearme porque el maquillaje no sale del todo con las toallitas que se emplean allí y tienes que rematar con agüita y jabón.
A veces he pensado venirme a Cáceres sin desmaquillar e irme al Ateneo así a ver qué dice la gente.
Hoy me ha tocado, para conmemorar el aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, preparar dos platos de los citados en El Quijote. Por supuesto han sido "el salpicón de las más noches" y "los duelos y quebrantos de los sábados".
Nadie sabe qué eran ni con qué alimentos ni cómo se elaboraban, de hecho se pueden encontrar cientos de recetas que incluyen, a veces, productos increíbles. Yo los he preparado de la forma más simple que se pueda pensar y ahí van mis recetas:

Salpicón de las más noches:
Restos de carnes del cocido. (ternera, pollo, cerdo, tocino....)
Unas hojas de lechuga o escarola.
Cebolla morada.
Cortar las carnes en pedacitos o en tiras y la cebolla en pluma.
En el plato en que se vaya a servir, poner un lecho de escarola o lechuga e ir colocando encima los pedazos de las carnes y de la cebolla y aliñar con aceite y vinagre.
Duelos y quebrantos de los sábados:
250 g. de panceta o papada de ibéricas lo más magras posible.
250 g. de chorizo ibérico de guisar.
4 huevos.
Una pizca de aceite y otra de sal.
Picar la panceta y el chorizo en trozos.
Echar en una sartén un poquito de aceite y dorar, en primer lugar la panceta y luego el chorizo. Batir los huevos en un bol con un pellizco de sal.
Verter los huevos sobre las carnes, apartar del fuego y mezclar. Los huevos deben quedar cremosos.
Así de simple.

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