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domingo, 8 de enero de 2012

ROLLO DE PECHUGA DE PAVO.

Estoy otra vez sin ordenador, ando con uno prestado.
Los reyes me echaron una avería en el monitor. Esta mañana he ido a comprar uno nuevo y parece ser que mi viejo cacharro no está preparado para modernidades. A ver si, con un poco de suerte, se soluciona todo el lunes.
Sin embargo tengo que presentar la otra receta de la nochevieja y dar paso a unas cuantasn que tengo pendientes y en lista de espera y de aprovechar el tiempo ahora que parece haberse pasado la vagancia.
El segundo plato de la cena de nochevieja lo eligió Mary Paz y lo tomó del blog de Tita, "Amor y cocina cotidiana", por lo que el éxito de la cena fue mérito de Tita y no mío.
La originalidad del plato está en su elaboración en la olla exprés en vez del horno, lo que garantiza la limpieza del proceso y no tener que estar pendiente del reloj, la válvula nos va a marcar los tiempos. Si se respetan, quedará perfecto.
Mi versión lleva:

Una pechuga de pavo de unos 600 gr.
Un pedazo de foie de pato.
100 gr. de jamón ibérico.
Dos o tres orejones, dátiles y/o uvas pasas.
Una cucharadita colmada de piñones.
Una nuez de grasa de pato. (O manteca de ibérico, o mantequilla, o aceite de oliva).
Media cebolla.
Una manzana.
Media botella de vino de Madeira.
Sal y pimienta.
Hilo de bramante para bridar.
Se corta la pechuga de modo que se pueda extender. Una vez extendida se salpimenta ligeramente, se le colocan las lascas de jamón, el foie cortado en tacos, las frutas y los piñones. Se enrolla y se brida con cuidado para evitar que, durante el proceso, se pueda salir el relleno.
Dejar reposar en el frigorífico por espacio de tres horas. (No me preguntéis por qué, pero ese reposo le viene fenomenal a todos los rellenos).

Se calienta la olla al fuego, se le pone la grasa de pato y, cuando haya fundido, se sella el rollo por todos los lados y se saca. En la misma grasa se rehoga la cebolla, cortada muy fina, con una pizca de sal. Se le añade la manzana pelada y cortada en tacos y se sigue guisando.
Se le agrega el vino -quien se atreva que flambee- y se deja evaporar el alcohol, se coloca el rollo, se cierra la olla y se deja al fuego hasta que llegue a su presión máxima. En ese momento se apaga el fuego y se deja templar hasta que desaparezca el vapor.
Se abre la olla y se extrae el rollo. Una vez manejable, se desbrida y se corta en rodajas. Se pasa la salsa por el chino.
Nosotros lo acompañamos de un molde de arroz salvaje; pero esto, con un puré de castañas, está divino.